Peppa Pig y Pedro Poni.

CAP. 01

Peppa Pig

Estaba en la guardería con la señora Gacela, un día como cualquier otro, estaba sentada en el suelo junto a George, cuando Dani Perro llegó a la clase, todos los días sentía algo extraño en mi cuerpo al verlo, sentía como un hormigueo, lo mire y después me levanté.

–hola Dani –sonreí y mis compañeros me imitaron.

–hola Dani –dijo la maestra y los alumnos y el sonrió. Se veía tan lindo sonriendo. El igual saludo y se sentó alado de Rebeca Liebre.

–Buenos días niños –dijo la maestra.

–Buenos días –dijeron todos, incluyéndome.

–Hoy, tengo pensado hacer una obra de teatro, ¿que les parece?

–sí, sí, sí –todos repitieron dando pequeños saltos.

–¿de qué les gustaría hacer la obra? –pregunto la maestra un poco contenta.

–¡de Caperucita Roja! –dije gritando sonriente.

–sí, sí, sí –de nuevo dieron pequeños saltos.

–esta bien, lo haremos de Caperucita Roja –cerre los ojos sintiéndome orgullosa. –¿quién quiere ser Caperucita Roja?

–¡yo, yo, yo! –todas las niñas empezaron a gritar y a levantar la mano, yo en especial.

–bien, bien, sólo necesitamos a una –miró a todas hasta que me miro a mi –Peppa, ¿quieres ser Caperucita Roja?

–¡sí! –grite emocionada.

–esta bien, entonces peppa es Caperucita.

–ah. . . –dijo Sucy Oveja un poco triste –yo quería ser Caperucita Roja –hizo un puchero.

–Eh. . . Sucy, tu seras. . . la amiga de Caperucita Roja.

–¡yei!

–Dani Perro ¿quieres ser el lobo?

–sí señora Gacela –lo mire y estaba sonriendo, me hacía mal verlo sonreír, no se que me está pasando.

–Rebeca Liebre, ¿tú la abuela?

–sí.

–Pedro Poni –cuando lo mencionó, lo voltie a ver el tenía su mirada en mí, se sonrojo al instante y miro a la señora Gacela –¿quieres ser el que rescate a Caperucita y a la Abuela?

–sí, c-claro~ –estaba muy nervioso, volteo a verme y se puso aún más rojo. Lo mire extraño y mire a la maestra que estaba sentada enfrente de todos –Y bueno los demás serán extras. Pueden irse a sus casas.

Todos tomaron sus abrigos y salieron rápido, salí corriendo hacia el coche de mi papi, moría por contarle.
Me subí con George y comencé a contarte todo a mi papi.

–¡papi! George y yo tenemos una obra, la Caperucita Roja. Yo soy Caperucita Roja, ¡tenemos que practicar en cuanto lleguemos a casa!

–bien, Peppa, pero calma, ya vamos a ensayar.

Apenas llegamos empecé a ensayar mis partes de la obra, y mi papi me ayudó. Estuvimos horas ensayando.

Por Pedro Poni

Llegando a casa me puse a ensayar con mi madre, pero realmente no me podía concentrar, y esa distracción tenía nombre. Peppa. No dejaba de pensar en ella. 'peppa, peppa, peppa'. Mi mente no se cansaba de repetir su nombre, creo que me estaba enamorando de ella.