Sin reglas ni principios 2

19. ★ Su debilidad ★~Parte 1.

DEXTER'S POV:

Mis ojos se encontraban estrechados sobre el gran ventanal frente a mi, pero poco a poco mi atención se fue disipando. Después de todo, solo era una mediocre misión de vigilancia en la que nada podía salir mal.

Tallé mi rostro con algo de frustración y rabia hacia mi mismo. No podía ser tan débil como Cinthia había afirmado todo ese tiempo. ¿Enamorarme? No estaba dentro de mis planes.

De hecho, a lo largo de los años y hasta donde recuerdo, jamás había sentido más que deseo hacia alguna chica. Incluso la primera vez que me enfrente a Mefistófeles y noté la manera en que la dulzura que sus facciones exhibían, cambiaba a un instinto asesino, no pude evitar sentir cierta atracción. Disfrutaba del poder que sus actitudes me otorgaban, pero no sentía nada más allá.

Sin embargo, apenas unas horas atrás, luego de que su superiora nos diera algo en qué perder el tiempo, me encontré a mi mismo aliviado por el papel que me había otorgado. El papel de cuidarla.

Es decir, si alguien llegase a preguntarme, perfectamente podría afirmarle que solo era cuestión de estrategia, porque la única manera de librarme de la manilla era si ella daba la orden. Pero a decir verdad, ni yo me lo creía.

Estaba siendo débil con ella. Le había dicho y demostrado cosas que ni yo mismo conocía que existían dentro de mi. Había aceptado un trato, e incluso había notado su incomodidad cuando la morena cuestionó sus acciones y sin preverlo había optado por una frase que sabía le agradaría. 

Estaba cambiando hasta mis actitudes y eso solo demostraba la manera en que mi centro se estaba corrompiendo. Intenté detenerlo, retomarlo en el auto hacia el banco, pero mi imposibilidad para disparar no fue más que otra prueba de la manera en que poco a poco esa mujer me estaba volviendo loco.

 —  Mierda—  Murmuré aun fastidiado — ¿En qué clase de animal amaestrado me está convirtiendo?

— No creo que ¨convirtiendo¨ sea la palabra correcta.

La voz provino directamente de alguien frente a mi. Subí la mirada, dispuesto a echar su estorbosa figura de mi vista, pero me detuve en seco al notar de quien se trataba. 

  — Novak, ¿Verdad? — Cuestioné desinteresado, intentando ver la plaza que se extendía tras de si. Asintió —  No se supone que me hables tan directamente en un lugar publico.

—  Oh, vamos—  Se quejó, reacomodando sus lentes y haciéndome notar que estaba vestido de civil —   ¿Qué hay de malo en que dos amigos se tomen un café.

  — No soy tu amigo—  gruñí. Si había una definición de debilidad emocional era ese chico. Lo notaba por la manera en que actuaba con Cinthia.

— Y yo no tomo café—  Replicó, subiendo la mirada desde su computadora y dedicándome una sonrisa torcida —  Te molesta mi presencia—  Comentó con gracia —  Y no es solo cuestión de que te hagas pasar como el chico malo. ¿Será por lo que estabas pensando antes de que llegara?

Mi mandíbula se tensó ante sus palabras. E inconscientemente, unos segundos después ya me encontraba inclinado sobre la mesa, tomándole del cuello de su camisa y acercándolo a mi.

—  Si quieres vivir, te recomiendo te alejes en los próximos cinco segundos.

El chico soltó mi agarre pacientemente, reacomodando su camisa con calma y riendo por lo bajo.

  — Vaya que has caído rápido—  Soltó con confianza—  El objetivo que enfrentaron la primera vez, el tan afamado Dexter, se está deshaciendo con una facilidad impresionante. Es más, él no me hubiese amenazado, lo hubiese hecho.