CAMBIO DE VIDA

Todo comenzó.

Una clase más, en un día mas, con otra profesora aburrida... Sí, soy Tatiana García, y no tengo nada que hacer aquí, bueno, en realidad tengo mil cosas atrasadas que hacer, pero sinceramente me importa menos que la profesora que esta dando clases ahora mismo.

Me cuenta la vida de de no se que de familia corpulentos, o camuilentos  o lo que sea, a mi me las remplampinflan.

Mire al techo y lo de siempre, a los lados, tópico típico, gente escribiendo en las mesas, hablando, medio dormidas, y algún que otro empollón atendiendo a la clase, aguantado los vaciles de los malotes chulitos y esos que por algún que otro castigo tienes que sentarse mas cerca del profesor, en este caso profesora. Entre todas estas personas, humanoides supongo, había un personaje fuera de lo común. Berno, el típico que se cree guay JAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA pobre ingenuo, nadie deja de bacilarle. El caso es que esta enamorado de mi desde no se cuando, pero es un poco acosante, no  digo que sea mala persona pero vamos, ¿Qué pensaríais vosotros si un chaval os mira tocándose el "atributo" y sacando la lengua en lo que para el es excitante ?

Bueno, simplemente aparte la mirada hacia la ventana, estaban los chicos de último curso haciendo educación física, en realidad  creo que estaban en optativa baloncesto, ya veis, en este instituto las optativas son tambien deportes. Aquí, según dicen "Comienzan los caminos para montar la carrera de tu vida" Son muy abiertos de mente en este instituto, es de las únicas cosas que me gustan de aquí. Según parece ya estaban  terminando, como terminan TODO 10 minutos antes que todos.

Mierda, ¡Putas hormonas!  Sentía no poder apartar la vista de esos cabrones sin camiseta, todos súper marcados... en fin, el único que desentona es el entrenador de baloncesto. Viejete, ya tenía sus 50 y algo, y bien puestos. El hombre está en  forma para ser mayor, pero comparándole con esos adonis, maduros, mas inteligentes, mas guapos, con cuerpazos, todos calzan una buena po...

-¡Señorita García!- La voz chillona de la profesora de literatura me sobresaltó.

-Ollaa!- Pegué un salto y me levante de golpe terminando la palabra que tenía en mente.-¿Si, urra...digo, profesora Pasternak?

Juro, aun estaba asustada. Me encontraba perdida en los abdominales de los chicos de ultimo curso. Respondí con en corazón a mil por hora, parecía que estaba excitada, y claro, la urraca, perdón, la profesora Pasternak, no rechazaría tan oportunidad para intentar dejarme mal, exacto, INTENTAR.

Se acercó a mi sitio a ver que veía con tanto entretenimiento, sonrió, pero fue una sonrisa malvada.

-¿Quiére hacer el favor de dejar la revolución de hormonas para otro momento, dejar de observar a sus compañeros de ultimo curso como una boba a través de la ventana, y explicarme, o mas bien, explicarnos de que ha sido la clase de hoy?

HIJA DE PUTA. La miré igual de retadora de que ella. Con esa mujer tuve problemas desde la primera clase que tuve con ella.

-A ver, Paster.-Dije con confianza, Sonreí.- Mi revolución de hormonas fluye sola, yo no soy capaz de controlarla, pero claro, tu eres mas de letras que de ciencias. No observo solo a mis compañeros de último curso.-Dije resaltando la palabra "solo"- miro como el profesor de baloncesto de esos chavales que están ahí- señalando- Abajo-señalando- ronea con la nueva secretaria. Y en en cuento a...- No me dejó decir nada acerca de la clase y ya había salido corriendo escaleras abajo. Todos vinieron a mi ventana a ver como Lorenzo, el marido de la urraca, y profesor de educación física y casi todos los deporte de este instituto, era regañado, injustamente, por su mujer. Todos reíamos, hasta que vi como la mirada de la Urraca se volvía hacia nuestra clase.

"Mierda, una mas y llaman a tus padres". - Pensó

mi jodido subconsciente, DETESTO QUE TENGA RAZON.

-Tania, guapa, la has cagado.- miré, y era ese pivón de ojos verdes.

-Miguel, gracias por la información, pero te agradecería que me contaras cosas que no sepa.- Dije intentando sonar enfadada, pero algo cómica e irónica a la vez.

-Déjalo enana, ya te salvo yo.- Dijo sonando heroico

-¡Señorita García!

"MIERDA PA TI, TANIA. Olvidarte de tus vacaciones en Jamaica" Subconsciente de los huevos. Calla ya.

Miré a Miguel, el me guiñó un ojo y me logró tranquilazar. Me costo muchísimo convencer a Rony y a Judi que me dejasen ir de vacaciones sola o con algún amigo, ¡Oh Dios! Que ganas de fumarme medio Jamaica. Pf, necesito un relajo que en un año pasaron mil y mas cosas.

Miguel se lleva bien con Cecilia, o sea, la Pasternak.

-Perdone profesora...

*Al final de la clase*

MIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEL!!-  Dije corriendo a subirme a su espalda. Admito que con falda es un poco difícil pero poco a poco me acostumbro a este instituto, y a toda su gente. Él me cogió fácil, por que ya, dejando al lado que peso poco, el esta muuuuuuuuuy bien, la vereda es que esta muy bueno. Ja! Ingenuos. Tooooodos creían que terminaría tirándomelo, o saliendo con él, pero sinceramente, por muy bueno que esté, el caso es que seria una putada joder una larga amistad por unos minutos de placer, no siempre pasa, pero preferí no arriesgar.

-De nada, ¿eh?

-Graciaas mi amor!- Dije emocionada, aun subida a su espalda, mientras le daba mil besos.

Nos dirigimos al baño.

-Bueno vale ya, ¿no? - Dijo riéndose mientras me bajaba.

Miguel ha sido mi Mejor amigo desde que entre al instituto, no precisamente desde el primer momento, pero siempre hay bajos y altos. Ja, y pensar que todo empezó aquí...

1 año y medio antes...

-¿Hola? -Preguntó una voz varonil. Madre ma, que voz, embriagadora, muy masculina, sexy,...¡PERO YO ESTABA EN EL BAÑO DE CHICAS! O eso creía.

Miré a las paredes y era definitivo, estaba en el baño de mujeres. Las típicas pintarrajeadas de "nenitas" buscando chulo.- Menos mal, ya necesitaba uno.

De repente me di cuenta de que tenía el cigarro encendido, me asuste, suena absurdo, sí, pero quizá si me veía aquí me metería en un problema, y lo ultimo que quería eran mas movidas.