No hay nadie más.

3. Crazy in Love.

WonHo:

Lavaba mis manos una y otra vez, como si de esa forma pudiese borrar la estupidez que acababa de hacer. Tenía incluso algo de sangre de ChangKyun en mi mano y no pude más que comenzar a llorar mientras frotaba con fuerza, y la culpa no se iba por el desagüe ¿Cómo pude hacer algo así? Ahora jamás podré tenerlo de vuelta. Solo le provoqué miedo, va a odiarme.

WonHo sal de una vez. Debes ir a casa, ya se han ido...– MinHyuk tenía más de media hora intentando hacerme salir o consolarme, pero era inútil. – Por favor, debemos irnos. – Me limpié las lágrimas y salí sin decir nada. Estaba avergonzado con él también, pues igual caía en cuenta de que en mis arrebatos lo había empujado haciendo que cayera al suelo. Si seré idiota, no solo MinHyuk estaba apoyándome de más y yo como un tonto arruinando las cosas. Cada día corría el riesgo de perder su amistad, y ahora con todo lo que pasa es lo que menos deseo.

Aun así, sabía que en quien menos debía pensar, era en ellos, Changkyun ahora me odiaba y yo tendría que esforzarme en revertir eso. Nunca en nuestros años de relación había sido agresivo con él, ni siquiera cuando llegó un punto en que su simple y cálido aura me sofocaba. Y menos cuando su exigencia de cariños me tocaba los cojones. Pero el culpable era yo, porque él siempre estuvo para mí, sin chistar, aun cuando mi indiferencia se le enterraba como clavos en la piel.

flashback.

Hyung, es nuestro aniversario ¿Te gustaría ir a algún lugar en especial? – Su sonrisa era perfecta como siempre, aunque algo melancólica, pero ahora más que gustarme, su entusiasmo me estresaba. Ni siquiera lo había recordado, incluso tenía planes con los de la oficina, y para ser sinceros no planeaba cancelarlos por algo tan trivial como celebrar un aniversario más. –¿Hyung? – Me llamó nuevamente, un poco desconcertado e incluso con una mueca de preocupación.

No. La verdad es que tengo planes, y no puedo cambiarlos. Quedé con los de la oficina para ir a beber un poco y charlar. – Confesé, era preferible decir la verdad a que al final terminara por enterarse por Cassey, que, para mi maldita suerte, trabajaba en la misma compañía. Su reacción fue de obvia decepción e incluso incomodidad, como si no supiese que decir al respecto. – Creo que podemos celebrar en otro momento, o mejor dicho, ya para que lo hacemos, solo es un año más. Ya hemos celebrado el año pasado ¿No? – Y su mirada cayó al suelo, mirando sus pies a la vez en que llevaba sus manos a sus bolsillos, jugueteando con torpeza con lo que fuera que llevase dentro.

Pensé que... ¿Y si te acompaño? – Su tono de voz cambió al instante, como si aquello fuese una maravillosa idea. Y tal vez lo era para él, pero no para mí. No podía permitir que se encontrara con HyungWon, o de lo contrario tendría problemas con él, y contentarlo sería difícil teniendo a la estúpida amiga de Chang expectante a cualquier desliz.

No tienes que venir conmigo a todas partes, necesito espacio. Pasamos todos los días juntos... – Mentí, hacía más de unos meses que a duras penas pasábamos la noche juntos, yo prefería quedarme a trabajar con tal de no volver a casa. Hasta había terminado por pedirle que sus espontaneas visitas al trabajo debían terminar, con la estúpida excusa de que ahora la carga laboral era más.

Yo... Pensé que sería divertido conocer a tus compañeros, y... – Su voz se cortaba al hablar y sus ojos se habían abierto de sobre manera ante mi respuesta, como si le hubiera tomado por sorpresa, haciéndolo sentir inseguro y claramente rechazado. Me levanté exasperado, tomando mi chaqueta y mi cartera para salir de una vez. Se levantó entristecido, resignado y herido. Acompañándome a la puerta sin decir nada más, solo murmuró un "Cuídate" y cuando intentó despedirse con un beso, me alejé, esquivando para en su lugar dejar un beso simple en su frente, saliendo de casa antes de que otra vez tuviera que verlo llorar desde la ventana del living, hablándole a sus plantas, cuidando de ellas como el tesoro que eran para él.