Jumin Han & Tú 'Parte De Tu Mundo'

'En medio de la noche'

Al caer la noche, empecé a hacer la cena, como de costumbre, hasta que sentí que mi móvil estaba sonando. Se podía oír la misma melodía de la aplicación, así que no dude en ir rápidamente a contestarla.

-¿Dígame...?

-Tere. Que rápido que has contestado. Llamaba para saber si estás bien.

-Oh, Jumin. Sí, por supuesto que lo estoy.

Se pudo oír un suspiro de alivio al otro lado del teléfono móvil.

-Me alegro de escuchar eso. He escuchado que los agentes de policías no paran de buscar. Ya sabes a lo que me refiero.

-Sí, claro. Pero no hay motivo para preocuparse. Aunque así me encontraran, no tardarían mucho en dejarme ir, puesto que descubrirían que mi padre no era como ellos creen.

-Quiero confiar plenamente en tus palabras. Cambiando de tema, ¿has cenado?

-Estaba en ello...¿Por qué lo pregunta?

-Bien. Por nada en especial, solo quería resolver mis dudas. Ya sabes lo importante que es la alimentación en cada hora del día.

-Claro, no se debe de saltar ningún horario alimenticio. Lo sé perfectamente.

-Ya veo, eso me tranquiliza saberlo.

-Gracias por preguntar, Jumin. ¿Tú has cenado?

-Aún no. Tengo demasiadas cosas en la cabeza, quizás más tarde, no te preocupes por mi alimentación.

-Debería decir lo mismo...

Entonces un pequeño silencio se hizo entre ambos durante varios segundos.

-Bien, entonces...No la interrumpo más. Que pase una buena noche. Ahora...Discúlpeme.

Acto seguido, cortó la llamada y yo seguí con lo mío. El hecho de que haya llamado simplemente para comprobar mi estado y mi alimentación, me hizo sonreír enormemente. Aquel gesto nunca lo había hecho nadie conmigo. Me pareció algo enternecedor. A lo mejor era una tontería que no debería haber tenido en cuenta, pero era algo que había tenido bastante efecto positivo en mí. Por un momento, el saber que me estaban persiguiendo, se había ido de mis pensamientos. Comencé e pensar en él, inconscientemente. E incluso me empecé a preocupar con solo saber que él se estaba saltando la cena. Además de que me entraron unas ganas inmensas de volver a escribirle solo para ello.

Me estaba preocupando demasiado, pero intenté desviarme de esos pensamientos extraños y empezar a desgustar mi propia comida. Hice una mueca de asco, pues no es que hubiera nacido con el maravilloso don de encantar paladares. Aún así, decidí tomármela aunque fuera sin gana alguna. Recordé sus palabras y sonreí, no podía parar de imaginarme mentalmente su voz, recitando esas simples palabras que hicieron tanto efecto en mí.

Me coloqué el pijama y me metí en la cama, a intentar conciliar el sueño. Imposible. No había manera de poder cerrar los ojos y caer en un sueño tan profundo como la bella durmiente. En esos momentos, empecé a sentir algo de envidia por ella, pues al día siguiente tenía que ir a trabajar y si no me dormía pronto, no me iba a poder levantar, pues la pereza es uno de los 7 pecados capitales que conservo conmigo.

De repente, cuando estaba conciliando el sueño, un sonido molestoso me molestó. Mi móvil estaba vibrando, y con ello una pequeña música de fondo. Me incliné levemente y entrecerré los ojos para poder hacerme mejor a la luz.

-¿Sí...Quién es? -pregunté, media dormida.

-¿La he despertado? ¿Tere?

-No, estaba...Intentando conciliar el sueño, me está costando bastante poder dormir esta noche.

-Me está pasando lo mismo. Tanto que incluso he tenido que recurrir a uno de los mejores vinos que tengo en mi estantería.

-¿Está bebiendo?

-Así es, pensé que un poco de alcohol me facilitaría el sueño, pero no está surgiendo efecto. Aún así, no tomaré tanto como lo hice ayer. Creo que...me pasé un poco.

-Oh, no se preocupe, no pasó nada, así que está bien.

Dije, intentando que disimular mis palabras inciertas.

-¿Está segura de que no pasó nada? Su voz esta temblando levemente, y su tono ha empezado a disminuir su velocidad.

-Wow...¿cómo puede notar eso?

-Por lo poco que la he visto y he escuchado su voz, he podido quedarme con el tono de su voz y sus maneras de expresarse.

-Es increíble.

Le hice saber, completamente sorprendida por sus palabras.

-Además de que su voz es muy distinta a las demás mujeres. Es suave, y muy cálida. Incluso cuando eleva su tono de voz, es así de llevadera. Me gusta su voz.

-Muchas gracias por decirlo, Jumin.

-No las des, no las merezco. Ahora...Si no le importa, me gustaría empezar a intentar dormir, pues mañana a primera hora de la mañana tengo una reunión extremadamente urgente.

-No se preocupe, yo también tengo que volver mañana a trabajar.

-Ya veo. Cuídese y que tenga dulces sueños.

Una vez dicho eso, colgó sin más y yo volví a dejar mi móvil en la mesita de noche, sin poder parar de sonreír sin ninguna razón. Ese par de minutos, se me fueron volando. Y es que no me hubiera importado seguir escuchando su voz un poco más, tan solo unos minutos más.