Malos Tiempos(temática lésbica)

Capítulo XLI- Preguntas

El coche avanza mientras un incómodo silencio se plantea entre Kate y yo, me reprendo mentalmente por mis acciones y decido mirar por la ventana para calmar mi respiración acelerada. No funciona, siento la mirada de Kate más de lo necesario y rezo por llegar a casa de una vez por todas. Le digo las indicaciones y ninguna palabra más sale de mi boca, sé que debería comenzar a cuestionarme qué es lo que siento por la mujer que apenas está a unos centímetros de mí, pero me bloqueo, no quiero pensar que...me gusta.

-¿Puedo hacerte una pregunta?-dice luego de diez minutos de silencio, la observo y ella está mirando hacia frente ¿Qué querrá?

-Sí

-¿Tú y la profesora Julianne tienen algo?-intento mantenerme tranquila mientras mi interior explota ¿Cómo sabe que estamos juntas? Tardo en darme cuenta que debo dar una respuesta, mi silencio se puede mal interpretar.

-¿Quién?-digo fingiendo poco interés.

-Olvídalo-dice luego de unos segundos y me pregunto si es que sospecha todavía de Julianne y yo, antes del desfile nos había encontrado a poca distancia, debía haber comenzado a hacerse preguntas.

-¿Y puedo hacerte una última pregunta?-esta vez me observa atenta y yo asiento de inmediato-¿Tienes novio?

Esta vez mi cara de sorpresa es inevitable, sus preguntar no eran convencionales, son íntimas.

-Eh...-¿Debía decirle que sí? ¿O no?, me tomé un par de segundos antes de responder- No...

Kate asintió y de nuevo el silencio se instauró entre nosotras, debía decirle que no, por el contrario quizás sí sospecharía de que tengo algo con Julianne y no eso no convenía.

-¿Y tú?-dije sin pensar. Kate me observa cuestionándome con su mirada, opté por encogerme de hombros-me refiero a si tienes novio...
Ella sonríe por primera vez desde que entré al auto y niega con la cabeza.

-Las relaciones no se me dan bien-dice justificándose- aún que si me interesa alguien...-me observa y yo me sonrojo,  ¿Ese alguien soy yo? Kate vuelve su mirada al frente y luego de algunos minutos llegamos a mi casa. Antes de bajarme y huir me quedo observándola, le doy las gracias por venir a dejarme y momentos antes de abrir la puerta, toma mi mano y me arrastra hasta su cuerpo, me da un leve beso en la comisura de mis labios y luego me suelta.

-Ha sido un placer...

Me quedo pasmada, por un segundo creí que uniría sus labios con los míos, vuelvo en mí y le dedico una sonrisa forzada, salgo del coche y camino a pasos rápidos hasta casa, qué noche...

Al día siguiente me levanto temprano y me preparo para salir a correr, vuelvo a utilizar el conjunto de dos piezas ya que mi herida se ha curado y puedo moverme sin ningún dolor. Salgo dando pasos rápidos y luego comienzo a correr de forma intensa por varios kilómetros, intento evitar pensar en Kate, en sus preguntas que han dado vueltas en mi cabeza durante la mayor parte de la noche.
Desde que llegó a mi vida todo me parece cambiante, mis actitudes se descontrolan cuando ella está presente, mis nervios salen por mis poros y qué decir que hemos estado a escasos centímetros de besarnos, no quiero caer en sus redes, me asalta un pensamiento rápido. No quiero caer en sus brazos ¿Por qué lo haría? Estoy enamorada de Julianne, siento cosas fuertes por ella, pero de un momento a otro llega Kate a mi vida y me desarma por completo. Decido correr hasta mitad de camino y vuelvo en mis pasos hasta casa, hoy no quiero correr con la mujer que tanto me trae confundida respecto a todo. Para mi mala suerte a los pocos metros corridos ella se me suma en silencio, va con el cabello suelto que ondea a cada paso que dá, unos pantalones apegados a su cintura y una simple sudadera, intento no mirarla pero fracaso como siempre, no solo soy yo quién al mira, cuando salimos a correr la mayoría de la gente se le queda viendo y me pregunto ¿Quién no? Es una mujer increíble, físicamente hablando. Parece ser el sueño de todo hombre, rubia, alta, curvilínea y con una sonrisa que te hace preguntarte qué hace ella entre tantos mortales, o al menos así me siento yo. Antes de volverse como habitualmente lo hacemos toma mi brazo y me hace detenerme.