Carnavales.
Festividades esperadas por todos o al menos por la mayor parte de la población.
Reconocidos por ser eventos festivos que unen a la gente, entre ellos y con las tradiciones.
Capaces de hacerte olvidar qué día es mañana, qué tenías que hacer y quién eras tú mismo.
Y quien sabe, quizás te haga conocer a tu alma gemela.
#$*&*$#
Debería de haber desistido un poco más en la idea.
Debería haberse resistido un poco más ante las insistencias de su compañero.
Además de que lo había dejado sólo en una extraña ciudad en la cual se estaba festejando un carnaval muy esperado, o al menos eso asumía ya que había demasiadas personas y muchos carros alegóricos, y demasiado ruido.
- Mukuro... - Casi lloraba, y rezaba por que su amigo saliera de alguna parte, ya que lo había perdido de vista hacia como unos veinte minutos y ahora se encontraba sólo.
No importaba si ya tenía veinte años, no lograba ajustarse a esa clase de eventos.
El gran tumulto de gente por lo menos lo mantenía en los bordes y no entre toda esa ola de cuerpos.
¿¡Qué diablos había cruzado por su cabeza al aceptar!?
Incluso había aceptado llevar un extraño disfraz de telas doradas que formaban una tunica, junto con una máscara sobre la parte superior de su rostro.
Suerte y la noche estaba algo fresca o estaría azandose en las prendas.
Ya convencido de que no encontraría al pelimorado entre todo ese griterío, y que en cualquier caso podrían verse de nuevo en el departamento que habían alquilado por tres días, decidió marcharse.
Era tan sofocante y aturdidor tanto ruido a su alrededor.
Además de que no podía ver casi nada por su baja estatura, alguien maldiga su genética.
Era estúpido seguir allí si sólo había aceptado por acompañar a su amigo, quién ya lo había dejado sólo.
Soltó un suspiro y camino hacia una calle más transitable y con menos habitantes, intentando tomar distancia de toda la gente que lo único que hacia era empujarle.
Y desde allí observo en silencio.
Suponía que era un desperdicio irse sólo porque estaba solo, debería disfrutar al menos un poco de esa festividad ya que acepto el haber dejado de trabajar entre tantos papeles por unos días.
Suspiro una vez más y esbozó una sonrisa en cuanto observo desde allí a unos acróbatas saltar al aire dando volteretas entre unas personas en zancos gigantes.
No era un desperdicio observar aquello de primera mano después de todo.
#$*&*$#
No tenía su telefono arriba porque no creyó que lo necesitaría, pero que equivocado había estado.
Realmente quería tenerlo ahora.
Había pasado tan solo una hora, él creía, observando desde lejos la gran fiesta hasta que su cuerpo se congeló en un escalofrío.
Y para su desgracia sabía que no era por la fresca brisa que viajaba a esas horas de la mañana.
Su cuerpo se estremeció de nuevo en una advertencia que no podía ser ignorada por lo que se colocó de pie, del pequeño escalón que usaba como asiento cuando se habia cansado de intercalar su peso en sus piernas, de forma lenta y nerviosa.
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Il Destino [Khr] (1827)
RomanceDos almas diferentes, se cruzan en un carnaval. Polos opuestos que deberían cruzarse en alguna parte del camino. ¿Qué puede suceder de un encuentro inesperado? - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Personajes, e historia original...