Tu secreto descubierto [#TSD1]

19. El enfermero

Despierto con el ruido y los susurros provenientes de la planta baja. Giro en mi cama y miro la hora en el pequeño reloj digital del escritorio.

7:21 horas... Genial.

La puerta de mi cuarto se abre y entra mamá con una taza echando vapor y unas galletas de soda.

—Cariño, que bueno que despiertas —deposita un beso en mi sien y deja lo que traía en mi mesita de noche—. Te traje té de manzanilla y unas galletitas sanas para cuidarte.

—Aún no puedo creer que me refrié hoy, luego de tres días de mi salida.

—Primero que todo, si hubieras visto cómo saliste de desabrigada... Ibas con un cartel de "virus ven a mí". Y segundo, primero empiezan los síntomas y luego te enfermas, como tú.

—Justo hoy.

Solo a mí se me ocurre enfermarme a este nivel, cuando mis padres no estarán en la ciudad por temas de trabajo. ¿Lo mejor? Tendré la casa sola por una semana. ¿Lo peor? No podré disfrutar mi soledad por tener que estar en cama.

—Bueno cariño, cuando fui al súper me encontré a Mathias, él dijo que te vendría a cuidar esta semana —deposita un beso— adiós. Cuídate.

¿Mathias? No le digo nada al respecto a mi madre. Mi mejor amigo me dijo que se iría donde sus tíos está semana, y volvería unos días antes de que acaben las vacaciones.

Tomo mi celular para pedirle explicaciones, no sin antes dar un sorbo al delicioso té de manzanilla.

"No se suponía que estarías fuera de casa estos días???"

"Exacto"

"Como lo harás para cuidarme?? Te comprometiste con mi madre y sabes que ella confía plenamente en ti."

"Tranquila, mandé a alguien de confianza para que se haga cargo de tus mocos"

"Ja ja 🙄"

"De ahí hablamos, ya vamos a llegar a casa de mis tíos"

"Ok, nos vemos"

Espero que ese alguien de confianza lo conozca.

Mis padres se van, y media hora después suena el timbre de la casa.

Me abrigo con una bata y desenredo un poco mi cabello con mis dedos antes de bajar y abrir la puerta a mi futuro enfermero.

—¿¡Tyler!? —me sorprendo. Agradezco haberme dado una pequeña ducha luego de que mis padres salieran.

—Hola Emily, Mathias me pidió que cuidara de ti esta semana.

—Sabes que no es obligación...

—Sí, pero me agrada estar contigo —me da una pequeña sonrisa y me muestra una bolsa—. Traje unas plantas medicinales para hacerte un agua.