Alto, con su metro ochenta de estatura, poco más de noventa kilos, ventrudo por las cervezas. Piernas largas y bien torneadas, de un tono muscular aceptable, con rodillas fuertes y varoniles, una que otra várice dotado de una pelvis muy suelta que sabe emplear muy bien.
Manos grandes y muy hábiles con una motora fina privilegiada ¡Superdotada, diríase!
Un sentido de la vista capaz de distinguir distintas tonalidades (cosa extraña en un hombre) aún cuando empleaba lentes para corregir su miopía. Ojos castaños, a veces cansados, a veces animados... ¡Siempre vigilantes!
Varonil, muy varonil con una mirada fascinadora. y dotado con ese gesto de levantar una sola ceja para mostrar admiración o inquirir, digno del mejor interrogador del Mossad.
Labios exquisitos que invitan al juego de la seducción y un acento costarricense característico. que suele acompañar de un ligero siseo que, para algunos resulta molesto ¿Para ellas? Seductor
Cabello entrecano, abundante, castaño ¡Rebelde como él!
Su actitud ganadora, muy adecuada para su cuerpo grande y viril, sus hombros anchos infunden confianza, de su pecho amplio se presume protección. Una inteligencia corporal que, como pocos, mostraba en sus habilidades al volante; digno de la envidia de un Dominic Toretto —siendo más realistas, Paul Walker quien era el experimentado piloto en la saga Fast & Furious— tiene la capacidad de conducir cualquier clase de auto mejor que nadie.
Quizás no es el mejor hombre del universo, pero al menos lo intenta. Simpático y de aire bonachón con quienes así se lo han ganado, es capaz de ser implacable con quienes tratan de dañar sus tesoros: sus hijos.
Romántico y enamorado del amor. Disfruta del sexo en todas sus expresiones. Su mayor aspiración es que la mujer a su lado se sienta siempre deseada, hermosa. Que se hermosee para ella, de tal guisa que siempre lo esté para a él; que lo conquiste día a día. Femenina, pero directa; pragmática, erótica y sensual. Una mujer segura y firme en sus convicciones: una ganadora. Aquella mujer que sabe lo que quiere y no ceja en su esfuerzo hasta obtenerlo. Una mujer que, se sienta en la confianza de pedirle sexo cuando lo desee así, una mujer que le diga «no así no, me excita más de este otro modo» una mujer que conozca su cuerpo y se conozca, pero por sobre todo se acepte tal cual es. Una mujer que no suspire el cabello de Jennifer Aniston, la cintura de Thalía, el trasero de JLo, los ojos de Barbra Streisand o la voz de Celine Dion; una mujer que se alimente sanamente, haga ejercicio razonablemente, se guste, se acepte y se ame tal cual es. Una mujer a quien le traiga sin cuidado romper la dieta ocasionalmente, que sepa reírse de sí misma y que, al igual que Donovan vea en ella su única competencia.
Fiel creyente en la actitud: viste para ganar, actúa para superar al único rival que tiene en este mundo: Él mismo. Sabe buscar la lección de sus situaciones. Va por la vida como si en su cuenta bancaria reposara todo el dinero del mundo, porque sabe que las mejores cosas de la vida, las mejores personas, las mejores vivencias no se compran con dinero; que el dinero es sólo un mal necesario. Que el dinero puede pagar un sitio privado e íntimo; pero que sólo la química, la pasión y el erotismo pueden hacer de aquél lugar un sitio mágico.
De lenguaje refinado y vocabulario exquisito ¡Culto, analítico! cuando la ocasión y la compañía así lo ameritan, es Donovan un hombre maduro, capaz de resolver problemas firme creyente del papel protector del hombre; aunque a veces... Las cosas no le salen como piensa. Pero, a como goza de un léxico envidiable es capaz de jurar y "mentar la madre" como pocos. Sarcástico, burlón, de respuestas ingeniosas y sonrisa inteligente: así es Donovan.
Aquella noche, desnudo en su habitación se disponía a masturbarse en compañía de un whisky Something special, que para tales efectos había adquirido días antes. Y es que aquello del sexo en soledad, Donovan lo había convertido en su TPM -tiempo para mí- era la ocasión de estar con la persona que más lo amaba, explorar sus sensaciones y su cuerpo, relajarse absolutamente y dormir como un niño. Sin cavilar, sin problemas ni líos.
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Erotismo a flor de piel
RomanceSexo Donovan es un hombre maduro, sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Esther es una mujer inteligente y sensual que se acerca a sus cuarentas y ha pasado por pésimas experiencias Ambos han llegado a un "tratado de no agresión" con el cual compart...