Pese a todo, la vida continua..

Prólogo

          La vida para cualquier adolescente es estresante, claro que siendo jóvenes y tan poco elocuentes en esta época de nuestra vida no somos capaces de comprender el daño que podemos causar a los demás y a nosotros mismos. Durante la mayor parte de mi vida pensé estúpidamente que yo tenía los problemas más grandes del mundo, justo ahora me doy cuenta de que tan cerrada era mi visión sobre el mundo, tratare de compartir con ustedes lo que viví de la forma más sincera posible.

         Antes de siquiera enterarse de su embarazo, mi madre acabo con la relación que mantenía con su pareja y realmente fue una sorpresa el enterarse de mi existencia en ese momento de su vida, pues no estaba preparada para hacerse cargo de un bebé, pese a todo enfrento la situación con la frente en alto.

        Mientras crecía mi "padre" realizaba visitas esporádicas para "pasar tiempo padre e hija", pero lo único que realmente hacia era decirme cuan infeliz estaba de mi existencia, que no debería existir, me repetía una y otra vez lo estúpida, rara, fea y torpe que era; poco a poco esas palabras hicieron mella en mi ser y aunque dolía, era más fácil sonreír.

         Una de las formas en las que buscaba de probarme a mí que mi "padre" estaba equivocado era estudiar y tratar de obtener las calificaciones más altas en clase, prefería encerrarme en el salón con un libro pegado a la nariz a jugar con los otros niños, pero me obligaba a salir con los niños y fingir ser una "niñita normal", porque nadie quería a las raras, realmente no estaba preparada para sentirme aislada y volverme la burla de todos.

        Al iniciar la secundaria todo cambio de forma radical en mi vida, me sentía asfixiada por quienes me rodeaban no soportaba la idea de permanecer con esas personas, mis "amigas" únicamente hablaban estupideces, los chicos trataban de meterse en la falda de quien los aceptase, los maestros no prestaban real atención a lo que sucedía y mi vida en casa se convirtió en un infierno. 

       Durante mi primer año de secundaria mi madre inicio una relación sentimental, al inicio su pareja se mostró verdaderamente atento hacia mi persona y se ganó mi cariño, pronto descubrí que esa parte que llegue a conocer era únicamente una máscara para ocultar el horrible ser que era realmente.