Notice me sempai. (Colaboración con Gizela05)

1.-Engaño.

Disclaimer:"AMOLAD es propiedad de The Snipster, Fanfic hecho en colaboración con gizela05"

"Los años de escuela son maravillosos, mi amor" fue la empalagosa frase con la que lo despidió su madre antes de irse al colegio, era un día perfecto para sus vecinos quienes paseaban al perro o salían a dejar a los niños a la escuela, el sol cubría con su luz creando figuras al atravesar los follajes de los frondosos árboles de jacaranda, el sendero era cubierto por sus pétalos violeta y las avecillas trinaban tranquilas en aquellas ramas; Des soltó un largo suspiro, aun con toda esa calma y esa hermosa vista; él se sentía agobiado.

Sus largas piernas lo dirigieron a la entrada de su escuela, la imponente reja entramada, y el estilo barroco de su colegio le recordaba a las épocas antiguas de batallas y guerreros; el camino de encinos le anunciaba que había llegado, sus orbes ámbar buscaban inquietas en el edificio contrario a alguien, sin embargo su alborotada melena azabache no se divisaba por ningún lado; repitió el acto de la mañana, y con un suspiro entró a su edificio.

Si por lo menos le permitiera decirle la verdad; caminó con prisa al escuchar las campanadas que anunciaban el comienzo de la primera clase, acomodo con rapidez sus libros en su casillero, y corrió su salón, al entrar por la puerta los susurros eran notorios, y las risas también, sin embargo Des Aeva poco se deba cuenta de ello.

A sus dieciséis años sus problemas no giraban en torno a su apariencia, que podía presumir con elegancia; en sus notas, a más de una persona podía impactar sus boletas perfectas; incluso no tenía que ver con un largo y aburrido drama familiar... Para este singular jovencito de inusual altura y piel nívea sus problemas se centraban en su amigo y extrañamente prometido... Leo Spindler.

—Te decoloraste el cabello— Interrumpió sus pensamientos una pequeña joven morena, quien lo miraba con curiosidad mientras dejaba la mochila en el pupitre contiguo del jovencito quien solo sonrió con nerviosismo.

—Sí— Afirmo sin entusiasmo— y luego lo pinte—Le brindó una media sonrisa mientras acomodaba un mechón dorado que se había escapado de su peinado.

La morena sonrió ampliamente— Te ves genial, casi como "él"— Remarcó con una picara sonrisa—Tan salvaje.

Des solo abrió sus ojos desmesuradamente y se sonrojo al instante, decirle a LourdesLovelance que había teñido su cabello para intentar aproximarse a su tonto vocalista sería demasiado vergonzoso, Leo Spindler lo rechazaba desde su llegada a esa ciudad; la canción que le había dedicado "Dessiere" sonaba por sus audífonos, la versión acústica de Leo tocando la guitarra era realmente dulce.

Él no tenía la culpa, sus madres eran amigas desde hacía años, prometieron juntar a sus hijos al quedar embarazadas, sin embargo quien diría que ambos resultarían varones, y que en el encuentro de ambas, él hubiese ido con ese abrigo ligero que lo hacía lucir como una linda niña, no había pedido nacer con ese rostro; Des cerró sus ojos mientras se acomodaba en la banca, con la canción sonando en sus oídos, y recordando aquel encuentro.

Como Leo había confundido su apariencia andrógina con el de una adolescente demasiado alta.

— Podrías ser modelo — Comentó con gracia el muchacho, al notar que el alto lo pasaba por lo menos por diez centímetros.

Des pudo percibir en ese encuentro como a sus quince años, Leonard Splinder era un jovencito atractivo, la piel chocolatada típica de Janeiro, el cabello negro cual ébano con ese inusual peinado moderno de rapado con estrellas, brazos y piernas fuertes y torneados por el deporte, el balón de futbol descansaba entre su delgada cadera y brazo; sin embargo lo que más llamaba su atención eran sus ojos color claro verde selva.