Kurt llegó corriendo a casa y se encerró en su habitación, no quería hablar con nadie, no quería ver a nadie, lo único que quería hacer era llorar.
¿Por qué Blaine me engaño? Se preguntaba. Quizá yo fui el tonto y no debí creer en el desde el principio.
Burt entró a su habitación y se sentó junto a Kurt.
-¿Qué pasó Kurt?
-Estaba con alguien más, cuando llegue, estaba besándose con alguien más.
-Kurt, hijo, no sé qué decirte
-Puedes decir que me lo dijiste, recuérdame lo idiota que soy.
-No Kurt, si él no quiere a un chico decente como tú, entonces está loco y el idiota es él.
-gracias papá, siempre sabes cómo hacerme sentir mejor.
-Por eso soy tu padre.
Burt lo abrazo y salió de la habitación de Kurt, él siguió pensando en por que Blaine habría hecho eso pero ya tenía la tranquilidad de que siempre, pasará lo que pasará su padre estaría a su lado para no dejarlo caer.
Kurt llegó al gimnasio para hablar con Charles y decirle que se iba, no pensaba decirle porque, no podía hacerlo de todos modos, le resultaba muy vergonzoso.
-Hola señor Anderson –dijo sin ganas
-Hey Kurt, ¿Cómo estás? –le dijo Charles –Que bueno que te veo, quería hablarte de la exhibición del sábado, ¿quieres participar?
-Realmente venia para decirle que me voy –dijo Kurt –No me siento bien aquí últimamente.
-No puedes irte, no desperdicies lo que has aprendido.
-Bueno, creo que puedo quedarme un par de días más.
-Bien dicho, vas a enfrentar a Blaine, el como el campeón del lugar y tu como nuevo, para demostrar lo que tienes, ¿está bien?
-Maravilloso señor Anderson, perfecto.
Blaine estaba deshecho, no sabía nada de Kurt desde aquella noche, temía que cuando le dijo que no quería verlo nunca, fuera enserio, no podía soportarlo más y todo era culpa de Sebastian.
(FLASHBACK:
Blaine había llegado al gimnasio como decía el mensaje de Kurt, estaba ansioso de verlo de nuevo y comenzó a buscarlo por todas partes. Entró a la oficina de su padre, totalmente oscura y vio sentado de espaldas a un castaño.
-Hey amor, te ves hermoso esta noche –dijo mientras se acercaba y ponía su mano en la pequeña cintura.
Cuando el castaño volteo Blaine retrocedió de inmediato al ver a Sebastian acercarse a él.
-Hola amor –y puso sus manos sobre los hombros de Blaine –Moría por verte.
-aléjate de mí Sebastian –dijo empujándolo
-Imagina que soy Kurt, no tiene por qué enterarse.
-No, Sebastian, no.
Sebastian lo tomó de la nuca y unió sus labios con los de Blaine, intento separarse pero él era más rápido. Cuando Blaine logró separarse vio el rostro deshecho de Kurt mirándolo con rabia y los ojos llenos de lágrimas.
-¿Blaine? –Dijo Kurt -¿Qué estás haciendo?
-¡Kurt! –Blaine estaba desesperado –espera Kurt, déjame explicarte todo.