A+B=LOVE [Vol.2]

Si dijera que sí Parte II

Todos despertaban aquel sábado para otro día de diversiones, sin embargo, Ariana y Mateo no pensaban igual, la cabeza de ambos estaba en otro lado, ambos tenían una sola cosa en mente: "debo decírselo".

—Oigan, ¿Creen que hoy llueva de nuevo? —Roberto era el primero en despertarse y se encargaba de despertar a sus amigos.

—Yo que sé, deja dormir. —José Luis respondió forzadamente mientras se acomodaba en su hamaca.

—Espera...¿Dónde está Mateo? —Roberto notó que la hamaca de su amigo estaba recogida y no había rastros de él en la habitación.

Mateo había salido temprano de su habitación para acompañar a Damián en su trote matutino por la playa, era algo que lo haría distraerse un poco o eso esperaba.

—Es raro que vengas conmigo. —Damian caminaba por la playa a manera de calentamiento.

—Necesito distraerme, estás vacaciones han sido algo demandantes —dijo Mateo mientras seguía el paso de su amigo.

—Bueno, entonces comencemos —dijo Damián comenzando a trotar.

—Te gusta...Amanda ¿No? —Mateo intentaba conversar mientras trotaba.

—No hables... sólo corre.

Los dos chicos recorrían toda la playa a un paso constante, intentando dejar atrás todo lo que pudiese hacerlos pensar de más, pues al parecer Damián igualmente quería olvidarse de lo que le sucedía con Amanda.

Mientras tanto, en la posada los demás se despertaban y se reunían en el comedor para decidir los planes para aquel sábado que prometía no contar con la presencia de la lluvia.

—Quizás podemos ir al pueblo y vagar. —Roberto daba ideas que al parecer no eran tan buenas.

—No creo que haya nada divertido allí. —Fernanda descartaba la idea de Roberto.

—Podemos ir a la cascada, ayer no pudimos llegar. —José Luis daba una idea que no sonaba tan mal.

Todos asintieron con la cabeza para aceptar la idea de José Luis, ahora sólo necesitaban un guía que los llevará a la pequeña maravilla natural.

—Señor...¿Será que Lily nos pueda llevar a la cascada? —Fernanda se levantó y se acercó al padre de Lily.

—No lo creo muchacha, amaneció con fiebre por haberse mojado ayer, sería mejor que esperaran a Damián —respondió el padre de Lily —. No debe tardar, fue a correr con Mati.

Fernanda fue a darle las noticias a sus amigos, los cuales no tuvieron más opción que esperar por el regreso de Mateo y de Damián.

. . .

—Creo que le gusto a Amanda —dijo Damián antes de darle otro trago a su botella con agua.

—Si tú lo dices, por cierto ¿Cómo amaneció Lily? Supe que ayer de mojó. —Mateo estaba sentado en la playa recuperándose después de trotar.

—Tuvo un poco de fiebre pero nada grave, seguramente se despertará hasta medio día.

—Que bueno, espero se mejore pronto, no me gusta verla enferma.

—Ni enferma ni sana, simplemente no te gusta ja, ja, ja.

—No seas así, sabes que no la puedo ver cómo algo más.

—¿Ya te dije que usa copa D?

—¡Jodete! Eso no lo quiero saber idiota, además es tu hermana. —Mateo comenzó a correr de regreso a la posada mientras Damián reía detrás de él.