Seras mio aunque sea por la fuerza. (Black x Zamasu)

Eres más que un compañero.

—¿Que puede ser tan importante como para que me hayas llamado a que viniera hasta tu habitacion? ¿No pudiste ir a donde yo estaba?

Pregunto el peliblanco segundos despues de adentrarse por la puerta, con un semblante serio y una voz firme, un tanto molesta, ya que tuvo que dejar asuntos pendientes por acudir al llamado de su compañero.

El de cabellos negros y alborotados solo yacia de espaldas mirando hacia la ventana, hasta que decidio girarse a ver a su interlocutor, le sonrio de lado mientras se acercaba a este, el brillo de sus ojos delataba que se traia algo entre manos.

—No deseaba estar afuera, pero es bueno que estes aqui.

Su distancia se vio acortada quedando a centimetros el uno del otro, el saiyan lo miraba a los ojos insistente, impulsivamente coloco sus manos con lentitud sobre la cintura ajena pegandolo hacia el, instantanemente paso a robarle un pequeño beso, su contrario soprendido por dicha conducta aparto al atrevido empujandolo con fuerza hacia atras, para despues proporcionarle un golpe a mano abierta a la mejilla ajena , el Kaio estaba molesto por aquel acto.

—¿Que-que te pasa? ¿porque... hiciste eso?

Tratando de no salirse de sus casillas, le cuestiono, en su rostro se reflejaba un digusto enorme. Ese era el comportamiento de un humano, a los cuales tanto odiaba y que Black se empezara acomportar como uno lo enfurecia más, además que un kaioshin siempre debia guardar su conducta, le fue enseñado que ese tipo de actos eran inecesarios, a diferencia del Saiyan que a pesar de todo seguia siendo un mortal con necesidades afectivas y tambien porque no deseos carnales latentes que ahora se hacian presentes.

La cara del pelinegro se giro levemente por el impacto del golpe, solo se limito a cerrar sus ojos procesando el rechazo, para despues volver a encarar a su contrario, una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro.

—Desde hace tiempo yo...

—¡No importa, Black!

Interrumpio a su compañero ya alterado por la situación, no queria oir escusas ni motivos, solo saldria de la habitacion dejando a su contrario con la palabra en la boca, el cual solo se quedo en su mismo lugar parado, no intentaria nada más, por el momento.

El Kaioshin de brillante piel verde decidio tomarse un relejante baño en la regadera de la cabaña, una vez listo salio de esta con solo una ligera bata cubriendo su cuerpo, era de tela sedosa, de un color azul cielo, que le llegaba hasta las rodillas. Una vez en su habitación se coloco frente a su pequeño tocador mirandose al espejo, ya preparandose para ir a dormir, escucho como la puerta de su habitacion era abierta con sigilo y claramente tambien noto la presencia de quien se adentraba.

—¿No es muy tarde para que aun sigas despierto?

Le cuestiono al pelinegro de nuevo con su tipica voz de seriedad, mirandolo de reojo, para luego sonreir ligeramente, despues del incidente de la tarde, aun le seguiria tratando como lo que era su compañero de planes. No contesto nada y el silencio se hizo en aquel espacioso cuarto, de un parpadeo el saiyan ya se encontraba detras de la espalda ajena, lo cual tomo por sorpresa al Kaio, notable en sus ojos expandidos.

—Que bien hueles.

Paso su nariz por el verde cuello ajeno, inhalando la escencia que este desprendia despues de un fresco baño, alzo su nariz para luego colocar sus labios en la misma zona, dandole un pequeño beso pasando su lengua despues.

—...

Se giro al sentir esa calida lengua rosando su piel, su mirada aun seguia siendo de impacto, no tenia palabras para reprimirle aquel comportamiento, levanto su mano listo para darle un segundo golpe, hasta que su brazo fue detenido por el mas fuerte, un agarre moderado pero que le hizo doler la muñeca, trato de mover su brazo pero le era imposible, la presion de su contrario era mucho mayor.