Primer y último capítulo.

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Día 6 de Agosto de 2010:

Hoy he ido al colegio, y como de costumbre he estado con Natalia y Patricia jugando a las casitas en el recreo. He sacado un 8'5 en el examen de conocimiento del medio. Para estar en 3° de primaria es complicado, pero mi madre dice que soy muy lista y por eso saco buenas notas. Esta tarde voy a salir al parque con mi prima Esther, que ya tiene 12 años y le dejan salir sola. ¡Nos lo pasaremos genial! Tengo muchas ganas de que sea esta tarde.

Día 18 de Marzo de 2011:

Hace poco más de medio año que no escribo. ¿Que por qué? Resulta que el día del parque no fue tan divertido como imaginaba. Ocurrió así: Esther y yo fuimos preparadas con nuestros juguetes, como pelotas, muñecas, combas... Llegamos al parque, y habías muchos niños con sus familias. Nosotras éramos las únicas que estábamos solas. ¡Era genial! Al cabo de unas horas no nos cansábamos de jugar. Mi madre nos había puesto un hora para volver a casa, pero nosotras no queríamos parar. Era muy divertido. Ya llegaba la noche, y el parque estaba casi desierto. Cuando se fue la última familia decidimos que debíamos volver a casa, y nos preparamos para la bronca que nos echaría mi madre por llegar más tarde de lo debido. Esther dio la idea de ir por un "atajo", a mí me daba miedo, pero sabía que estaba segura con mi prima mayor. Cuando ella se volteó para exigirme que me diera más prisa, pues me estaba quedando atrás, pegó un grito que me dejó sorda, no entendía qué pasaba. Sólo sé que se echó a correr y me dejó totalmente sola... O eso creía. Unas manos fuertes, peludas y sudadas me agarraron por los hombros y con una voz realmente terrorífica me susurró al oído: No te asustes. No te haré daño, preciosa. Esa voz me sonaba, era familiar. Me giré y me pareció ver a mi tío, el marido de mi tía por parte de padre y el padre de Esther. Pero estaba muy raro. Llevaba su traje de siempre, pero la corbata desatada y la cremallera de los pantalones medios caídos abierta. Me llevó agarrada mientras yo pataleaba a una esquina... No recuerdo más. O tal vez, no quiero recordarlo. Cuando quise darme cuenta estaba en la camilla del hospital, que solía ser blanca, pero esta vez... era roja. Me sentía mareada. Vi a mi madre acercándose a mí besándome y llorando de alegría al verme despierta. En cambio, mi padre estaba sentado en un banco azul con las manos en las sienes y los codos apoyados en las rodillas. Miré mis brazos llenos de moratones y arañazos, al igual que mis piernas. Al cabo de unos días, cuando me encontraba mejor del dolor, mi madre me lo explicó dificilmente. No sé si lo comprendí bien, pero resultó abrumador. Han denunciado a mi tío, una orden de alejamiento. Hace mucho tiempo que no le veo, tampoco quiero...

Día 25 de Enero de 2015:

Ha pasado una catástrofe. Ya tengo la suficiente edad para comprender qué ocurrió aquella noche del parque. Mi tío a evitado totalmente la orden de alejamiento, ya veces debo soportar encontrármelo por la calle, a mis padres les asusta, y siguen pidiendo ayuda. Por nada del mundo quisiera que aquel acontecimiento se repitiera. Sigo pensando en el misterio de aquel día. ¿Por qué corrió Esther? Tal vez ella supiera qué me haría mi tío. Según mi madre estuvieron buscándome a mí y a mi prima durante 2 horas. Cuando me encontraron, en un callejón, me llevaron directamente al hospital para detener la hemorragia. Al contrario de mí... Mi prima no apareció nunca. A lo mejor no era la primera vez que ella veía a su padre en ese estado... Tal vez intentó evitar el infierno una vez más.

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2014 ⏰

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Infierno infantil. [Capítulo único]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora