Treasure - James Sirius Potter

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-¿Sabes a quién me he encontrado hoy, Louis?- Preguntó Dominique con sorna, mirando a su hermano que charlaba con Lorcan Scamander.

Los Weasley-Delacour, Potter, Weasley-Granger y los Scamander se encontraban en la madriguera, celebrando el cumpleaños de Harry Potter, mañana era 1 de septiembre, por lo que empezaba el nuevo y último curso para James en Hogwarts. Esa podría ser la razón de por qué se había quedado en el antiguo cuarto de Ron, admirando los raídos pósters y comiendo de la tarta de calabaza de la abuela Molly.

-¿Mm?- Respondió Louis, probando la tarta de cumpleaños de tío Harry para después beber zumo de calabaza.

-A tu ex, si mal no recuerdo se llama Elena Nott.

Louis escupió el zumo que estaba bebiendo sonrojándose al instante. Parecía un tomate.

-¿Eres el ex de una serpiente?- Murmuró asombrada Lily, ganando una mala mirada de su hermana y Louis se puso más rojo.- Te veía más con Alice Longbottom la verdad, por cierto, ¿van a venir?.- Preguntó hacia su padre que había estado escuchando la conversación.

Harry le explicó a Ginny que Neville y sus dos hijos no podrían venir, ya que estaba Neville en Hogwarts desde hace una semana,y Hanna Longbottom había dejado a sus hijos con sus padres, ya que un asunto del ministerio la solicitaba.

De mientras, Louis miró mal a su hermana, que sonreía pretenciosa y orgullosa al ver que su hermano le hechaba cuenta.

-¿Cómo te la encontraste?- Preguntó.

-En el callejón Diagon, acompañada de la pelirroja... ¿Cómo dijo mamá? Ah si, algo de Clara June.

-Clarisse.- Corrigió su hermano.- La chica Gryffindor que juega con las serpientes.

Nique ladeó la cabeza, mirando levemente a Albus.

-¿Cómo que juega?

-Se pasa todo el día en la sala común de Slytherin, puedes preguntarle a Albus si quieres.

-Lo haré luego.

-¿No estás emocionada?-Preguntó Matthew revolviéndome el pelo y mirando hacia la pila de maletas que descansaban al lado de la puerta.

Me escondí en el abrazo que me ofrecía y lo olí, se había lavado esta misma mañana, con el champú de Elías.
Yo también quería oler ese champú. Se lo había regalado su novio el mes pasado, olía a mora y granada.

Elías era gay, al igual que su mellizo Joseph, pero este aún no se había enamorado, al contrario de Elías que todas las noches lo escuchaba abrazar a la almohada y repetir el nombre de Marcus, un chico de Durmstang con el que salía desde hace casi dos años.
Marcus era imponente e intimidante pero se volvía como un cachorro al estar al lado de Elías, hasta me había regalado más de una sonrisa y ya no me gruñía, como un perro.

Todos mis hermanos excepto los mellizos y yo ya habían terminado Hogwarts, y todos ellos pertenecían a Slytherin, excepto yo y Ulises, que era el segundo mayor de la familia, que le había tocado en Ravenclaw.

Yo era la única leona de todo mi árbol familiar pero al pasar todo el tiempo con los Slytherin de mi año era como si no lo fuera.

-Es mi último año.- Musité acomodándome- Y creo que me quiero ir a Francia, con Giselle. Ella me propuso quedarme allí y es una buena opción.

-¿A Francia?- Repitió confuso Matt,- Yo creía que querías irte a Rumania a ese santuario de Dragones.

Suspiré recordando que me habían negado mi solicitud.

-No puedo ir, dicen que no soy lo suficientemente capaz.- Le respondí.

-Son idiotas, te he visto entrenar en el bosque con el pequeño dragón de los Trubblers, prácticamente tu lo has criada.

La familia Trubblers tenían una gran casa, al otro lado del bosque, allí tenían como mascotas a animales rarísimos que traían sus hijos de todos los lugares del mundo, creo que eran familia de los Scamander o algo así.

La hija del mejor amigo de Newton Scamander se había casado hace muchos años, y su hijo mayor era el dueño de aquella casa.

Y le habían puesto Jacob al hijo menor en honor a su abuelo