Pretendiendo que te amo {PAUSADA}

Capítulo 20

-Santos Cielos, Dallas ¿qué pasa contigo?

Comencé a reírme sin saber porqué - ¡Sorpresa!

-¿Estás borracho?

-Sip, sólo quería mostrarte quién era.

-¿Quién eres?

Es la segunda vez que me lo preguntan hoy, pero está vez tenía seguridad en lo que decía - Soy... - negué con la cabeza - No soy una buena persona.

-¿Y?

-¡¿Y?! - me reí de manera atontada - ¿tus padres no te enseñaron que debías alejarte de las personas malas... o tú no quisiste aprender? - me acerque a ella y el esfuerzo que hice por no caerme fue enorme, me balanceaba de un lado a otro, justo como en los viejos tiempos.

Ella se alejó - Tu aliento apesta.

-Y no es sólo eso, cariño, ¡MI VIDA ENTERA APESTA!

-¿Por eso te emborrachas y haces que tus padres se preocupen por ti?

-Vete.

-Dallas, literalmente me llamaste para que viniera.

-No estoy hablando de esto - dije tratando de señalar el piso - sino de esto. - intenté señalarnos pero estoy tan mareado que no sé si lo hice bien.

-Estás hablando sin sentido, vamos a casa. - trata de agarrarme pero me aleje un paso.

-VETE. - mi grito la sobresaltó - No vengas a buscarme por un par de días, o semanas, incluso meses, a la mierda con todo ¡nunca vuelvas!

-No estás pensando claramente.

-¡Por supuesto que lo hago! Pero si aun necesitas el dinero te lo daré - busque mi billetera, primero en mis jeans y luego en mi chaqueta, luego volví a buscar en mis jeans y apareció o tal vez no lo había buscado bien, ¿habré pensado que la billetera era mi trasero? Saqué unos billetes, pero no logré sostener más tiempo el equilibrio, el dinero cayó al piso, y yo hubiese hecho lo mismo si Alison no me hubiera sostenido.

-¿Qué demonios haces? - murmuré - ¿Por qué no cojiste el maldito dinero?

-Te hubieras lastimado.

-¿Y qué, Alison, acaso has escuchado algo de lo que he dicho?

-Cada palabra.

-¿Entonces por qué sigues aquí? - traté de sentarme en la acera y aunque lo logré previamente me había golpeado y se me cayó la billetera, pero en este instante no es muy importante.

Alison se acercó para ver si estaba bien.

-No necesito que estés aquí.

-Tal vez no a mi, pero si alguien que se preocupe por ti.

-¿Estás preocupada?

-Por supuesto que lo estoy.

-No quería escuchar eso.

-Dallas, no sé porqué estés pasando pero sea lo que sea...

-Tú - quería decirle que ella era la razón por la que estaba así pero no había forma que lo dijera en voz alta - no tienes idea de lo molesta que eres en este instante.

Ella se levantó.

-Este es el momento en el que te vas.

-Dallas, estás ebrio.

-Eso no significa que no esté hablando en serio.

-Dallas...

-Si fueras la mitad de inteligente de lo que pensaba que eras te habrías ido hace tiempo, aun no es demasiado tarde.