La Chica Perfecta

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–No, no y no. ¡Ya les dije que no voy a ir! –exclame molesto.

Mis hermanos, Yaten y Taiki Kou, me dieron severas miradas de molestia ante mi negativa. En cambio Haruka Tenoh, nuestra amiga y representante, acostumbrada a nuestras innumerables discusiones de toda la vida, busca la forma de persuadirme para que cambie de opinión.

–Ya deja de hacer berrinches, Kou, y dame una buena razón por la que no quieres ir al Baile de Beneficencia que está organizando Ami.

–Simple: es mi cumpleaños. Y ya tengo planes para ese día que no pienso cambiar.

–¿Y cuál ese gran plan de celebración? –pregunto Yaten arqueando una ceja con curiosidad–. ¿Encerrarte en tu departamento, llenarte de pizzas y hamburguesas mientras ves un maratón de "Como conocí a tu madre"?

Abrí la boca para rebatir el comentario de mi hermano, pero la cerré de inmediato ante su firme mirada, idénticas a las de Taiki y Haruka. Justamente eso es lo que pienso hacer en mi cumpleaños.

Atrás quedaron los cumpleaños en los que celebraba con una enorme fiesta que terminaba hasta el amanecer, rodeado de hermosas chicas que adoran mi música y yo hacia lo todo para complacer a aquellas bellas damas. Todo un Casanova incorregible que nunca pensaría en estar solo con una mujer.

Pero todo eso cambio cuando conocí a Kakyuu.

Kakyuu Yakashima era hermosa, compartimos muy buenos momentos juntos y por primera vez en mi vida pensé en la posibilidad de casarme ya que creí que había encontrado a mi compañera ideal. 

Que equivocado estaba. Más al no darme cuenta de que ella me estaba utilizando, y además me engañaba con otro.

Pase de ser Seiya Kou, miembro del grupo Three Lights e imparable Casanova, a ser un ermitaño que no quería volver a saber nada del sexo femenino.

Pero por supuesto, Haruka siempre está dispuesta a hacerme hacer lo impensable, y todo en nombre de Three Lights.

–Mira, Seiya, entiendo que lo de Kakyuu te haya afectado, pero ya es hora de que lo superes –dijo ella con calma –. Y la mejor forma de lograrlo es que consigas una cita y la lleves contigo al Baile.

–Es fácil decirlo, Tenoh, pero no hacerlo. Además ¿dime como rayos superas que la chica que amas te engañe con otro?

–Ay, no empieces con eso otra vez –dijo Yaten fastidiado–. ¡Eso fue hace seis meses! ¡Ya olvídala!

–Y lo me lo dices tú que parece que te mueres cada que peleas con Mina –dije sarcásticamente.

–No empiecen a discutir –dijo Taiki–. Entendemos lo mucho que te afecto lo que paso entre Kakyuu y tú, pero debes salir de aquí y enfrentarte al mundo nuevamente. Ese baile de beneficencia es muy importante para Ami, al igual que para Three Lights y debemos asistir.

–¡Ya les dije que no quiero ir!

–¡Iras, Kou! –exclamo Haruka alterada–. ¡Ya basta de compadecerte a ti mismo! ¡Comprende que esto es por el bien del grupo!

–Todo siempre es por el bien del grupo... –repetí con cansancio–. ¿Cuándo será el día que me dejen hacer lo que quiera?

–Cuando trabajes por tu cuenta –replico Haruka–. Hasta entonces, tienes que atenerte a las decisiones que se hagan en pro de Three Lights. Este es un trabajo de equipo.

–Pues entonces creo que ya es hora de que trabaje como solista y haga lo que yo quiera.

–¡No estarás hablando enserio!

–Lo digo muy enserio, Taiki. Ya estoy harto de todo esto.

–Mejor dicho, estás harto de que no te dejemos pasar todo el día encerrado en tu departamento, viendo televisión y jugando videojuegos desde lo de Kakyuu –dijo Yaten–. Ella ya rehízo su vida con alguien más, es hora de que tú también lo hagas.

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