Capítulo 2

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Había tratado de evitar Johnny los siguientes días, lo lograba con éxito y raramente eso lo decepcionaba es que a caso todo le tiene que salir bien? Desde cuando el universo está de su parte?. La última vez que lo vio fue cuando se encontraba en una mesa en el jardín trasero, mientras le leía a la abuela que estaba bien envuelta en ropa abrigada mientras acariciaba a Yuu, no es que el espiara ( jamás el gran Taeyong no busca a nadie) pero fue la escena más tierna que jamás había visto. La carita iluminada de la abuelita mostraba que fuera lo que le estuviera leyendo su nieto era lo más maravilloso que allá escuchado.

Después de ese día no lo volvió a ver.... hasta hoy. Su día ya no iba para nada bien, mientras que al principio fue aburrido como lo era siempre cuando se dio a la hora de la salida una lluvia que agarró a todos por sorpresa, y ni si quiera había pasado por la casa del gatito Yuu.

Ahí se encontraba corriendo tratando de cubrirse lo más posible con su bolso, ya no le importaba en lo más mínimo que sus materiales se echarán a perder. Cuando casi iba por la casa Seo, un taxi freno y de el bajando ese muchacho tan alto junto con una sombrilla cubriendose. Taeyong fue bajando la velocidad, quizás sólo para no llamar su atención pero fue todo lo contrario.

- Oh te estás empapando Taeyong - el menor se preguntaba como es que ese hombre podía decir su nombre como si estuviera hecho para sus labios - No quieres entrar mientras baja un poco la intensidad de la lluvia? - Taeyong apenas asintió suavecito, no sabía por que había aceptado tan rápido.

- Abuela! Ya estoy en casa! Y tenemos un invitado! - Johnny dejaba el paraguas a un lado y el se sentía aún más intimidado dentro, la casa por dentro era maravillosa. Tan elegante, clásica y sobre todo acogedora.

- Un invitado? Y yo en estas fachas? - la abuelita iba apareciendo en el pasillo envuelta en una manta.

- Pero que dices abue, si siempre estas hermosa - el más alto se agachó para darle un beso en la frente a la dulce ancianita y entregandole en una de sus manos un hermoso Tulipán mientras se adentraba más a la casa, el menor no se había percatado de que el lo llevaba esa hermosa flor. Era notable lo feliz que ese detalle hacia a la abuelita. - Que esperas Tae? Entra te vas a resfriar. Johnny querido dale a Tae una toalla y ropa para que bañe con agua caliente!! -

- Ya voy! - se escuchó a l fondo como respuesta.

- Oh señora no quiero molestar, yo sólo esperaré a que la lluvia paré y me iré -

- Ni se te ocurra, como vas a esperar así de empapado. Ve sube las escaleras, entra por la puerta blanca y entras a ese baño, creo que hay toallas ahí - No sabía que hacer no quería incomodar más - Sólo ve niño! No seas tímido -

- Muchas gracias - dio una pequeña reverencia y subió encontrando la puerta que habían mencionado.

Al entrar en la habitación rápidamente se percató que está era de Johnny, había varias fotografías pegadas en la pared en la que también se encontraba el escritorio y en este una cámara. La cama está con las sábanas revueltas y lo que parecían unos pequeños muñequitos que lo más probable le pertenecen a Yuu. Por último un pequeño ropero, todo tenía un olor suave y algo dulce.

Dio rápido con la puerta del baño, una vez dentro sus mejillas se colorearon suavemente, ahora se tenía que desventir en el baño del chico guapo dueño del gato más exótico que allá visto en Corea. Justo en ese momento se percató que había estado tan nervioso todo este tiempo que ni siquiera había soltado su bolso. Lo dejo a un lado, puso el seguro de la puerta y después de dar un rápido vistaso al baño prosiguió a desvestire. Al finalizar y de poder localizar las toallas, se ató una a la cintura y con otra se secaba el cabello.

Dueño del gato • JohnYong •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora