*Sky*
Me desperté cuando alguien me sacudió.
-Hija… son las 11. Tenes que levantarte. –me sentía física y mentalmente cansada. Muerta.
-No… no tengo ganas mamá, por favor. –solo dije y me di vuelta mirando a la pared.
Ella se fue. Después de más o menos 1 hora volvió. O dos. O diez minutos. Realmente no lo sé.
-Sky… Calum está abajo, quiere hablar con vos. –me avisó.
-Decile que se vaya.
-Hija, no sos la única que perdió a Alex. El era su mejor amigo. El también está sufriendo. –Lo único que falta, mi mamá defendiendo a Calum Hood.
-Que suba. –dije entre dientes.
Mi mamá bajo, y escuche pasos en la escalera. Seguido, Calum entró por la puerta de mi habitación.
Me miró por unos segundos, y se apoyó en la pared.
-Hola –dijo.
-Hola –conteste.
Silencio. Silencio. Silencio.
-Necesito… decirte algo. –habló otra vez.
-Qué cosa? –pregunté.
-Uhm… el… el funeral de… Alexander. Es mañana. –lo miré otra vez. Tenía ojeras, sus ojos rojos, y parecía cansado. Muy cansado.
-Y… -mi voz se quebró. –Tengo que ir. No? –el me miro.
-No si no queres, pero… -suspiró. –No lo sé. Creí que avisarte era lo correcto. Está en vos si vas o no…
-Si voy a ir. –aseguré. Mis ojos se nublaron. Voy a ir al funeral de Alexander Klaine. Un sollozo escapó de mi boca.
Calum camino hasta mi cama.
-No llores, a él no le gustaría verte así. –susurro. Y se fue.
Me quede así por un rato, medio recostada en la cama. ¿Por qué tenía que irse? ¿Por qué tenía que dejarme? ¿Qué voy a hacer sin él? ¿Qué voy a hacer?
*
La última semana, desde que pasó lo de Alex, Calum siempre está siguiéndome a todas partes. Me acompaña a mi casa después de la escuela, si salgo a algún lugar el me lleva, a todos lados.
Es un poco raro, porque no nos llevamos bien en absoluto. Siempre nos peleamos, y alguno de los dos termina gritando y se va. Pero el siempre vuelve.
Y no entiendo por qué.
Termine de vestirme, y baje a tomar el desayuno. Mi mamá, como siempre, estaba trabajando.
Eran las 6:30, tenía media hora. Escuche un auto afuera, y alguien tocando mi puerta.
Me levante y abrí, no era sorpresa para mí ver a Calum.
-Oh, hola. –dije secamente.
-Hola, si, bien y vos? –preguntó en tono sarcastico.
-Callate –me corrí para que pase. –Pasa, ya casi termino el desayuno.
Entro a la casa y se sentó sobre la mesa, esperándome.
-Listo. –dije cuando terminé. No me llevo bien con él, pero me lleva al colegio. Por elección propia. Tenía que aprovechar.
-Bueno, vamos. –agarré mi mochila y salimos de la casa para subirnos al auto.
Después de 2 cuadras de silencio, excepto por la radio prendida, Calum habló.
-Desde la semana pasada que todos me tratan como si fuera un niño. Todos están sobre mí, me miran todo el tiempo. Y no dejan de hablar como “Oh, lo siento mucho” “El era una gran persona. Debes estar pasando algo horrible”, y, vamos, en realidad nadie lo siente. Nadie piensa que él era buena persona, ni siquiera lo conocían. Odio que me traten así. –mientras hablaba, le daba golpecitos al volante.
-A mi también. Lo cierto es que solo lo empeoran. Alex ni siquiera los conocía, hipócritas. –negué con la cabeza. Y Calum asintió.
Llegamos a la escuela. Calum estacionó en la puerta, y bajamos.
-Que tenes ahora? –me preguntó.
-Historia. –contesté.
-Yo también, vamos.
*
Todos en la escuela estaban siendo tan amables conmigo que llegaba a molestarme. Sienten pena por mí. Y eso es justo lo que no quiero.
-Hey –alguien me hablo desde atrás y me di vuelta. –Siento mucho lo de Alexander. –otra más. Era una chica, creo que se llamaba Sophie, y creo que va conmigo a alguna clase. No sé cual. –El era un chico muy bueno, ustedes eran tan lindos. Si necesitas algo, o solo hablar, podes contar conmigo. –hice una sonrisita torcida y medio sonreí mientras me daba vuelta y seguía caminando.
El receso acababa de tocar, asique empecé a caminar al patio para poder sentarme un rato afuera y escuchar música y tomar algo de aire.
Llegué a un árbol, y me senté al pie de este. Saque de mi bolso mis auriculares y mi libro. Puse música, abrí el libro y me puse a leer.
Después de unos, tal vez 15 minutos, volvió a sonar un timbre, esta vez para entrar a clases.
Me paré, guarde las cosas, y empecé a caminar adentro. Cuando lo hice, busque mi clase, Literatura, y entré. Me senté al fondo sola. No tengo amigos acá. Solamente tenia a Alex, y Calum. Ahora solamente me queda él.
Entraron los últimos alumnos que quedaban afuera junto con la profesora.
-Buenas tardes a todos. –saludó.
-Buenas tardes. –respondimos todos a coro.
Dejó su bolso en el escritorio y se paro al frente de la clase.
-Bueno, primero y antes que nada, quiero decirle a la señorita Sky que lamento mucho su perdida. Sky, se cómo te debes sentir, lo siento mucho, el era muy humilde y alegre, siempre jugaba en mis clases, siempre hacía bromas de todo. Lo siento mucho. –sabía que lo dijo honestamente, y este fue el primer mensaje por parte de alguien que no me molesto realmente.
-Gracias, profes…-la voz de alguien casi gritando me interrumpió.
-Por qué siempre todo se trata sobre ella y Alexander?! Ya está muerto! Nada va a cambiarlo! Deja de querer siempre ser el centro de atención! –giré mi cabeza y me encontré con Maddie, la perfecta hija, perfecta porrista, de perfecto cuerpo, perfecta cara, perfecto cabello, totalmente enojada.
-Maddison! –le llamó la atención la profesora.
-Déjela, solamente quiere un poco de atención. –dije.
-No! VOS SOS LA QUE QUERES ATENCIÓN!
-Maddison Stephen!
-Usas la muerte de Alexander para tener tus 5 minutos de fama! Y NO ES ASÍ! NADIE LO QUERÍA REALMENTE! SOLO LO HACEN POR LASTIMA. –eso me dolió por más que fuera cierto. Y creo que era porque provenía de ella.
Todos quedamos en silencio y todos me miraban a mí. Esperando a ver mi reacción.
Las lagrimas empezaron a caer por mi cara, y sin previo aviso, agarre mi mochila y salí corriendo de ahí. Corrí.
PERDOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON PERDON PERDON PERDON POR NO HABER SUBIDOOOOOO es q estaba enferma y tenia q ir al hospital todos los dias y hacer analisis y me sentia muy mal y bueno. PERO ACA ESTA EL CAPITULO OK OK
lean, voten y diganme que les pareciooooo. espero q les guste, besos!
Zoe
