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Camine un poco y vi una tienda donde las vitrinas claramente tenían pan, el olor delicioso de aquello me tuvo atenta unos momentos, hasta que sentí una mano sujetándome.
Otra vez el sujeto de aroma raro.
"¿T-Tu otra vez?"
"Traje algo para tus manos, podrías dejar de ser malagradecida y dejarme curar esas heridas"
Me siento apenada, el en verdad tenia una bolsa con cosas para mis manos, me sentí rara pero ahí, frente a esa panadería, estaba este chico poniendo desinfectante y banditas en las heridas de mis dedos.
"M-Me lastimas" dije cuando apretó muy fuerte.
"Lo siento, tendré mas cuidado..."
Sus ojos son azules, un azul muy intenso, me pregunto si el mar como lo describen los libros y las fotos es así.
Su cabello negro también llama mi atención, desarreglado pero de aspecto suave, siento ansias por tocarlo, agradezco que mis manos estén ocupadas y no hacer algo vergonzoso.
"G-Gracias..."
"Listo... Oye... Parece que tienes hambre" dijo mirándome con atención, supuse que se debía a que estábamos fuera de ese lugar y yo me había detenido a ver, no quise responder pero sentía mi estomago revolverse y un horrible dolor de garganta.
"S-Solo necesito beber algo" dije alejándome de él pero note que me seguía, cada vez que se me acercaba me dolía más y más.
"Puedo ayudarte... si quieres"
Su voz sonaba amable, realmente no sabia si confiar en él o no pero después de todo no tenia mucho que hacer, asentí y el comenzó a caminar, lo seguí un rato.
Llegamos a un lugar con mesas y sillas, había gente alrededor y podía percibir un montón de olores y sensaciones diferentes.
"Espera aquí" me dijo mientras me mantenía sentada en una silla, mire a mi alrededor, las personas ni se percataban de mi presencia, suspire aliviada al notar que cada persona se ocupaba de sus asuntos...
Me pregunte entonces por que este tipo se preocupaba por mi.
Volvió a la mesa con un vaso de agua y me miro con curiosidad, esta vez le devolví el gesto.
"¿Por que estas preocupado por mi?" dije directamente, el me miro con seriedad y se encogió de hombros.
"No lo se, me recuerdas una cobaya que tuve"
Lo mire enojada ¿Que clase de comparación era esa?
Bebí del vaso, sintiendo como mi garganta se aliviaba un poco pero aun me sentía extraña, el dolo seguía ahí, aunque más tenue.
"Bueno, mi cobaya era bonita y tu eres fea, pero me la recuerdas"
Una mujer se acerco a anotar nuestro pedido, pero yo solo podía mirar a ese sujeto con molestia.
¿Quien se creía?


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