Improvised sex [Cyrus y TJ]

Improvised Sex

—¿Ya te sientes mejor?

Cuestionó aquella mujer de ya 25 años de edad, a aquel que ha sido su mejor amigo desde que tenía memoria, tanto que no recordaba alguna etapa de su vida en donde él no hubiese estado. Lo quería tanto, era casi como el hermano que nunca tuvo y por lo mismo sabía que sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de no verlo sufrir, pero ahora que él contaba con sus 24 años de edad, se había vuelto muy cerrado y casi incapaz de expresar lo que sentía a los demás, creyendo que aquello era lo mejor, algo que perdía totalmente lógica si se tomaba en cuenta de que él al ser un psiquiatra profesional.

Le aconsejaba siempre a sus pacientes nunca guardarse nada y siempre decirlo todo, bajo la excusa de que aquello los haría sentir mejor y bueno, así era, pero Cyrus era excelente dando consejos no siguiendolos, como si fuera él mismo uno de sus tantos pacientes.

—Claro, fue una linda fiesta de compromiso. Andi estaba hermosa—respondió estando feliz por su amiga y a la vez triste por él mismo al amar al que dentro de poco sería el esposo de su amiga.

—Cyrus…

—Buffy, si fuera el mismo Cyrus que hace doce años atrás probablemente estaría devastado pero este no es el caso—bebió de aquel khisky que había pedido para no verse menos en aquel bar pero que a la vez no deseaba probar—soy un adulto, que sabe que no es el fin del mundo porque el hombre que amo se va a casar. Simplemente debo mandar al diablo lo que siento por él y ya.

La de cabellos negros sonrió ligeramente ante lo escuchado, y aprovechando que la mano del de ojos marrones  estaba sobre la barra y apoyó su mano sobre la de él.

—No estás solo. Estoy contigo.

Le mortificaba mucho que a pesar del tiempo que había pasado, Jonah siguiera siendo alguien tan importante para su amigo cuando ya no debería ser así. No tenía sentido aquel sentimiento pero sabía que el amor podía ser muy caprichoso a veces tanto que podía causar mucho daño cuando se lo proponía.

A pesar de que a Cyrus no le agradaba beber y mucho menos el sabor amargo del alcohol, esto no lo detuvo y siguió bebiendo con la estúpida esperanza de que el alcohol ahogara la molestia que ahora sentía en el pecho y que se esforzaba por ocultar.

A todo esto ya se había hecho las 3am de la madrugada y Buffy no podía negar que tenía obligaciones que cumplir junto a su hijo y esposo, además de que tampoco podía olvidar lo agotada que estaba físicamente después de haber ayudado en la fiesta de compromiso de su amiga Andi.

—¿Me prometes que estarás bien?

—Nada malo va a pasarme—para entonces Buffy ya se había puesto de pie—ve con mi ahijado, de seguro él te necesita más.

Y es que el pequeño hijo de Marty y Buffy contaba recién con dos años de edad y era un verdadero desafío al ser un niño muy imperativo.

—Está bien. Nos vemos mañana—Cyrus sonrió en respuesta y su querida amiga y confidente se marchó.

Cuando se encontró solo, miró su bebida sin ánimos de seguir bebiendo. Era lo peor que había probado en su vida, no entendía cómo había sido capaz de beber algo como aquello.

Quería algo dulce, y como si el bartender le leyera la mente, le sirvió un martini de fresas, lo bebió gustoso con ganas de sacarse el sabor del whisky de encima pero después de beber cayó en cuenta de que él no había pedido ninguna bebida nueva.

—Voy a pagar pero yo no pedí esto—dijo dando otro trago a su martini, esa bebida si le había gustado más que la anterior.

—Ya me parecía que no estabas muy contento con tu whisky, que bueno que acerté—comentó un sujeto de ojos verdes  que Cyrus ni siquiera vio venir pero que tomó el asiento que antes ocupaba su amiga sin preguntar.