Hoy es una tarde muy calurosa la más calurosa del verano, voy viajando en el transporte público, con un libro en las manos , el calor es tan asfixiante que por la ventanilla el aire entra caliente. En la radio se escucha todavía no te olvido, suspendo la lectura un momento, cierro mis ojos y ahí cual ladrón al acecho estás tu, vienes a mi pensamiento, te veo casi casi te toco, te siento, el calor tiene mi cuerpo sudoroso y tú llegada lo humedece aún mas, siento pequeños toques recorriendo mi cuerpo, aprieto mis piernas y así sin más solo con tu recuerdo estoy satisfecha.
Mi cuerpo necesita refrescarse, el agua tan fría daña mi garganta a su paso, tu recuerdo es así, algunas veces me lastima y otras es como esas gotas que se derraman de mi boca, resbalando por mi cuello y entran traviesas a refrescar mis senos, a veces eres así un recuerdo relajante fresco, en quien me apoyo para dejar volar mi imaginación, llego a mi destino, el tiempo no se detiene y al llegar a casa, necesito quitarme el calor el sudor del cuerpo, entro en el baño un lugar privado solo para mi, decido fantasear un poco.
Me quito la ropa impregnada de sudor de polvo del camino, mientras el agua cae de la regadera con un sonido relajante incitando a entrar, cubro mi cuerpo con una bata de casa ligera, y asi las gotas de agua fresca como una caricia resbalan por mi bata, dejando ver mi figura de mujer madura, que vibra, que siente , que espera por ti. De mi cuerpo emana vapor por el calor, pero más porque llegaste a mi, desnudo con una toalla cubriendo tus partes íntimas, la dejas caer y entras en el agua para estar juntito a mi, el agua fria y tu recuerdo ponen duros unas partes de mi, te ayudo y en un instante todo se nubla llega el momento de ser uno con el universo, la energía se libera, las luces de colores aparecen y ese gemido que revela la intensidad del momento, mi respiración se altera, mi cuerpo se estremece llegando al final del camino.
Me despido de mi bata que resbala suave caliente por ser cómplice del momento, me cubre una espuma blanca, me acaricia su aroma, el agua a su paso quita todo también la humedad característica del momento, salgo del agua fresca, lista para seguirte pensando.
MaJu
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masturbación a los 50?
Romancerelatos eróticos, porque a los 50 también se puede disfrutar, la imaginación es fundamental, soñar con el hombre ideal imaginarlo, te transporta a otro mundo en diferentes escenarios. Tomada de su mano es mi guía, mi escudo, mi maestro.