13· ELLA ESTÁ FUERA

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Mírame ahora, estamos jodidos y nada es lo mismo. El pedazo mas grande de mi falta y yo simplemente no puedo. —bullet for my valentine.



Los estruendosos pasos en mi busca me desequilibraron. Alejarme lo más rápido que podía no fue suficiente para prevenir el golpe a continuación con la puerta a mis espaldas.

Caí boca abajo; todo este tiempo habiéndome poder quitar los nudos se iban a la mierda, al jodido demonio.

Me tomaron por las axilas de forma dolorosa y no evite quejarme, los hematomas formándose en mis brazos molestaban. Arrastrada de regreso al centró de ese asqueroso lugar oía leves quejidos a mis espaldas y uno que otro forcejeó entre insultos.

Yo debería tratar, realmente que si, pero me encontraba debilitada, el esfuerzo por desatarme llevó casi todo de mi. Por poco no me cortaba los tendones y muñecas con la jodida cuerda.

Honestamente ignoraba mi alrededor como si no estuviera secuestrada por maniáticos con fetiches a las máscaras pero la bala que se disparó a centímetros de mi fue lo que desencadeno las siguientes acciones de mi parte.

—¡Próximo a seguir será cadáver que ni gusanos comerán!

Al diablo.

Estrellé la parte posterior de mi cabeza contra quién sujetaba mis brazos. Un crujido hizo eco en mi mente y sentía las pupilas de mis ojos achicarse del horror y desesperó. Una cascada se filtró por el techo, parecía petróleo y lo más macabro era que parecía tener vida propia con tentáculos alzándose del suelo.

Otra vez no, por favor.

¡Van por mi!

Voces disonantes a mi alrededor ignoraba, fui libre en cuánto di el golpe y eché a correr sin pudor hacía las doble puertas metálicas; ¡¿Acaso aún me hallaba dormida?! ¡¿era otra pesadilla?! ¡Eso debía ser!

Pero en el momento que toque las puertas una bala perforó el metal, a escasos centímetros de mi. El impacto fue real...tan malditamente real.

—¡¡Perra!! —reconocí la voz del sujetó de máscara cadavérica.

Solo voltee por un segundo, aquellos me observaban junto varias personas amordazadas en el suelo mientras a sus espaldas se extendía aquella cascada de petróleo y los tentáculos dirigidos hacía mi.

¡¿Esto no era un sueño?! Entonces.. ¡¿Como es que no están viendo esa maldita cosa detrás de ellos?!

Mi respiración se distorsionaba, igual que mi propia realidad. Ya no entendía nada, sólo pensaba en correr, y huir de este asqueroso lugar. Eso me encontré haciendo ahora mismo.

Pasillos desiguales, llenos de filtraciones de agua y gas por doquier me rodeaban.

Corría con la horrible sensación de estar acercándome a la muerte.

—¡¡Maldita seas!!

Un disparo tras otro pisaba mis talones; el horror empapaba mi cuerpo y la adrenalina terminaba haciendo mis rodillas temblar.

No quería voltear, sabía que le daría ventaja.

El interminable pasillo cubierto de tuberías cesaba con un final y dos esquinas a doblar, no pude decidir y me lance tan pronto como otra bala se disparo contra mi.

La pared la hizo rebotar a dos pasos de alcanzarme. El muy desgraciado cadavérico daría con mi muerte muy pronto sino hallaba una puta salida.

Su respiración agitada y pesada se aproximaba y otros pasos le acompañaban en mi cacería. Pestañee con impotencia antes de volver a la carrera. Estaba jodidamente jodida, mi vista se sentía cansada y algo nublada, como si tras ese extraño panorama de serpientes negras me hubieran cegado.

Mi respiración cargada casi quemando mis pulmones me estaba volviendo loca una vez más, podría decaer y todo se iría al garete.

¡¿Donde putas esta la salida?!

Aquel momento no parecía terminar.

Una tortura que se alargaba con una sonrisa afilada y burlona.

La quinta bala de su arma se restregó hiriente por mi muslo izquierdo y la sangre salpicó las paredes. Un impacto que me descarriló y volcó al suelo gritando pero no quise desistir aún con el horror de haber visto la carne expuesta de mi herida.

Y aún así estaba volviendo a perder.

Él tomó ventaja.

Casi, demasiado cerca.

—¡¡No hay una salida para ti... —me rozaba los pasos con su grotesca voz, estaba por alcanzarme y mi ritmo cardíaco iba en suficiente aumento como para matarme de un paró. — ...romperé cada hueso de tus piernas y vendrás arrastrando té a rogarme la vida!! —las lágrimas regresaban a mi como si estuviera preparándome para lo peor, casi me hacían aceptar el encierro pero a la vez no quería. No podía aceptar esto. — Esta vida ya no te pertenece.

Sentí como mi sangre se enfriaba tras ese maldito susurro y otra vez la oscuridad me tragó con un dolor en el cuello



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Alce la mirada y sentí de repente su presencia, esa misma aura horrorosa con un manto tan oscuro que me dejaban ciega, más los cientos de ojos me custodiaban sin parpadear nuevamente.

Otra vez.

Esta pesadilla no parecía tener un fin.

Otra vez él.

Mi ceño se distorsionó.

¿Quién es él?

¿Que es esta fría y ensordecedora sensación?

La estática atacando mi mente, como si escuchará un teléfono descompuesto o una televisión rota a la distancia y a la vez dentro de mi.

—Termina ya...

Fue mi voz, pero a la vez la desconocí y no creí que volviera a estar dormida.

»...estoy atrapada.

Aquellos ojos a mi alrededor giraron, lejos de su órbita y mi persona como esperando algo. Observe uno detenidamente, sin expresión ni miedo ya. Y entonces entendí que veían.

Una puerta se dibujo a pasos de mi y comenzó abrirse, los orbes obscuros se desvanecieron en un parpadeo pero esa presencia fría y monstruosa no.

Realmente... 

La mujer con cruces en los ojos apareció tras la puerta junto al sujeto de máscara demacrada.

No preste atención a lo que traían en manos.

Estaba atónita.

...realmente la pesadilla es real.., nunca estuve dormida.

R A G E. ticci tobyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora