De nuevo me encontraba contemplándolo, sabía que mi actitud se asemejaba a la de un acosador pero verlo causaba todo un desorden de emociones en mi interior, aunque esperaba que no se diera cuenta de mi acoso esos últimos dos meses, me era imposible dejar de contemplar tanta belleza.
Volví a voltear a verlo, ahora estaba lamiendo de una manera lenta y suave su helado de chocolate el cual había sido obsequio por parte de una chica unos momentos atrás, su flequillo se movía suavemente en su frente debido al viento que hacía, sumándole a esto, la poca luz que había y que él se encontraba bajo una lámpara hacia que la vista fuera perfecta, aunque hay otra razón más por la que decidí mencionar ese flequillo largo y esponjado, era una de mis partes favoritas de él, le daba una apariencia un poco misteriosa ya que cubría cierta parte de sus ojos, pero aun así lo acomodaba un poco de lado para ver mínimo con el derecho.
Sabia que era incorrecto mirarlo de tal forma, yo soy hombre, no una mujer como para andar viendo un adolescente. Al menos vigilarlo me había ayudado a saber más de él, iba en mi misma preparatoria es por ello que lo conocía, se llamaba Esteban Delgadillo tenía varias jovenes atrás de él, si le preguntabas a cualquiera de ellas sobre como era el te respondería: "es prefecto", notas altas, atleta, buen físico, y entre sus cualidades la más destacada era su actitud seria y reservada pero amigable cuando se trata de ayudar a alguien.
Me mantuve embobado con su pelo, no recuerdo que tanto, pero cuando baje mi vista a sus ojos noté que su vista se encontraba en mí, me exalté tanto que no supe que hacer, lo único que se me ocurrió fue agacharme tras el arbusto que estaba y fingir capturar hormigas (¿Qué tontería más grande no?), tenía miedo, ¿Y si se acercaba a mí? ¿Qué le diría? "Oye te he estaba acosando perdón, oye te seguía nada más lo lamento, oye me pareces atractivo cuando comes un helado, pero la verdad te vez sexy".
— ¿Por qué me has estado siguiendo? - de un momento a otro estaba enfrente de mi con una intimidante mirada seria.
Me quedé callado, estático, inmóvil, no supe que responder, no le puedo decir todo, pero... debo responder algo, "tus padres me lo pidieron", "una niña me obligo", "te doy 20 dólares si no dices nada", varias posibles repuestas se comenzaron a crear en mi mente, y por cada segundo los nervios aumentaba provocando que me dieran ganas de salir corriendo, mi vista se comenzó a nublar, y una cálida gota resbalo por mi mejilla derecha, en mi mente todo ya habia acabado, mis pequeñas posibilidades ahora eran nulas.
— Te he hablado, responde por favor Erick —mis ojos se abrieron de par en par, no creí que supiera mi nombre.
— l-lo lamento... —tartamudeé— c-creí que no te habías dado cuenta... Esteban...
— ¡Esa no es excusa! Si te querías acercar a mí solo lo hubieras pedido.
— ¿Cómo sabes mi nombre? —pregunté—.
— ¿Cómo sabes tú el mío?
— Te he observado— tras no querer que se diera cuenta de que tenía ganas de llorar lo mencione de forma seria, aunque sonó como si fuera un depravado sexual.
— no eres el único que puede observar y preguntar por mí.
Me quede atónico, ¿en qué momento me había investigado? Básicamente lo he seguido a todas partes a una distancia prudente para que no me observara, no me pudo haber investigado sin que yo lo haya notado. El rubor de mis mejillas se intensificó.
Se empezó a reír de la nada.
— Eres adorable niño —se volvió a reír—.
— cállate...
— cállame
Silencio.
— sé que te llamas Erick Winyng eres un año menor que yo, eres bisexual, solo has tenido una novia, Janeth la cortase porque nunca la quisiste, tus padres están separados, vives con tu madre, porque cuando tu padre descubrió que eras bisexual te corrió y solo te quedo estar con tu madre, tus notas son un poco bajas, tienes una amiga Rose, cumples el 24 de junio, sangre O+, eres muy adorable y tierno niño.
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•°·.;; One Shot 1
Short Story¿Te gustan las historias felices? Esteban y Erick te demostraran que las historias felices solo son fantasía...