Capitulo 3

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Era una chica de cabello rojizo obscuro, con una ropa de estilo Rock And Roll pero bastante cara. Su estilo era hermoso y envidiable. Empezó a hablarle a Rubén y a coquetearle al mismo tiempo mientras el le seguía el juego. La gente a su alrededor estaba besándose. ¿Por qué? Era una juntada del grupo para decidir a donde iriamos. ¿Por qué la gente refregaba su amor y cariño frente a los que no teníamos? Después de ver a Ruben y a esa chica hablar me giré para mirar para otro lado, por alguna razón no soportaba ver ese amor tan empalagoso y dulce. Mari estaba al lado mío y empezó a hablar.

-Ya veo que conociste a Jennie.

-¿A quién?

-Jennie estúpida, la prima de Laura. Pero, ¿Por qué esta hablando con ese imbécil?

Reaccioné al escuchar eso y la amenacé

-¡No le digas imbécil, chihuahua estúpido!

Me miró con desafío- ¿No era que lo odiabas? Oh, que tierna.

Miré para abajo para contenerme, no le iba a romper la cabeza en su propia casa, ni tampoco frente a Zed, me moriría de vergüenza.

-¿Qué, acaso Zed te comió la lengua? ¡Ah, no espera! Cierto que no te reconoce, y además, estás enamorada del taradito español ese.

-¡Que te calles!

Me le tiré encima y pegue una cachetada. La gente volteaba para ver como la pelea comenzaba. Y ahí reaccioné en una mirada nada más, no eran las de Danilo y Azul, y tampoco la de Zed. Si no que la de Ruben. Solamente me fije en su mirada de espanto y terror. Poco después que había volteado para verlo sentí un golpe que podía casi perforar mi ojo.

Desperté en una sala blanca, con solo una cama. Osea en la que estaba, Estaba en un hospital. Alguien entró y me revisó mi ojo izquierdo.

-Ay-Suspiró una medica- Parece que te peleaste feo.

-¿Donde estoy?- Pregunté

-En el Hospital Saint Mary

-¿Qué? Este hospital esta como a una hora de mi ciudad.

-Lo sé, un chico te acaba de traer hace un par de horas.

-¿Quién, dijo su nombre?

-No recuerdo. Pero era de tez pálida y un cabello miel. Ah, y unos ojos verdosos muy monos. ¿Es algo tuyo?

-Es ese imbécil de mi salón. Ay Rubén. en un momento me miras con cara asqueada y al otro me llevas a un hospital

-Su cara- Comenzó a contar la doctora- más que asqueada parecía preocupada. Ah, y te dejó una nota.

Tomé la nota que me dio la doctora. Tenia una letra cursiva y al parecer apurada. Decía:

___(Tn) No debiste pegarle a esa chiquilla, ahora estás en serios problemas, pero tranquila, Danilo y Azul te llevarán la tarea cada semana que estés en reposo. También si lo deseas te visitaré de vez en cuando. Ya le avisé a tus padres, así que no te preocupes y descansa en paz. Ah, y no te metas en más problemas chiquilla

adiós, Ruben.

Definitivamente, este chico no parará nunca hasta verme bien ¿Verdad? Todavía no sabía como carajos descubrió el numero de mis padres. Ese imbécil.

Cuando estaba en la secundaria /Rubius y tu/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora