1035 Palabras

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"1035 Palabras."

Hoy necesito escribir. ¿No les pasa que necesitan hacer algo que les gusta?, ya sea algún arte, o deporte para relajarse, ¿O por decirlo de alguna manera, para sentirse más uno mismo?

A veces cuando me aburro, o algunos pensamientos cruzan mi mente, siento la necesidad de escribir, quizás algún poema, algún cuento o algo que contenga en palabras lo que mi alma necesita soltar. Hay ocasiones que no sale nada, otras que ni yo las entiendo y otras donde expresan a la perfección lo que pienso o siento.

La verdad no se porque me resulta tan fácil escribir, quizás fuera del papel o el teclado, no tengo tanta facilidad para expresarme libremente. Quizás porque las hojas, las páginas, la pluma, el lápiz, el bolígrafo o las teclas incluso, no les importa que escribas siempre lo harán para vos, no importa que plasmes, ya sea la mas vana de las estupideces o lo más profundo de las filosofías, ellos solo hacen lo que sientes, lo que necesitas o lo que simplemente deseas.

Supongo que podría considerar como mis amigos a cualquier cosa con la que se pueda escribir, no se si llamarlo mi "pasión", pero si me produce mucha satisfacción hacerlo.

No se que piensen sobre las pasiones, o las cosas a las cuales nos sentimos super motivados, o que nada ni nadie podría hacer que dejemos de hacer. Bueno, en mi caso por alguna extraña razón nunca encontré esa "cosa", ese objeto vital de mi motivación o algo lo cual sienta que me sea imprescindible hacer. Bueno, excepto respirar.

Si bien mi madre se empeñó en enseñarme algunas artes, como dibujo, pintura, manualidades de todo tipo, incluso tejer y de más mayor, la música. Escribir fue la única en la cual siento cierto placer. Y no, no de manera técnica o de manual. De hecho, aunque me guste escribir, y quizás sea una ironía, no me atrae tanto leer como escribir, podría interpretarlo como que prefiero crear antes que ver lo que otro ya hizo. Prefiero crear mi propio mundo, antes que tener que entrar en alguno impuesto. No digo que odie los libros, o que no encuentre cierto gusto en leer ciertos tipos, pero, aun así, siempre que leo, invento mi propia historia paralela en mi mente, con otros inicios, otros desarrollos y otros finales. A veces hago más interesante lo que interpreto o extiendo lo que muchas veces esta plasmado. Algo así como que soy un lector rebelde.

¿Y las ideas de donde las obtengo? Bueno, no siempre tengo alguna, a veces solo comienzo a escribir de manera natural, y de la nada se van formando textos, a veces surgen poemas, otras veces cuentos, fabulas, novelas y hasta investigaciones, no lo sé, solo es lo que mi mente desea poner en palabras. Y también debería confesar que ya sea mover la mano para delinear las letras o presionar las teclas tan suaves de mi laptop, me inspiran cierta calma, cierto gusto que nada mas me da, algo así como cuando tienes demasiada hambre y te alimentas, sientes que un mundo de emociones y sensaciones se desenvuelven libres en tu paladar y llegan hasta tu estómago. Exactamente así lo siento yo, como si saciara un apetito que suele salir cuando me siento estresado o simplemente tengo demasiado tiempo libre.

A lo largo de mi vida intenté escribir muchos libros, o intentos de ellos. Libros de cuentos, de poemas y hasta una crónica en diálogos, que es mi obra más extensa hasta el momento.

Se lo que pueden pensar, que alguien que ama escribir, que siente cierto placer, terminó esas obras en un pestañar de ojos. Siendo honesto, no, no lo es. En vez de eso, ahí están inconclusas, esperando que les llegue el final. Supongo que hasta los mismos personajes de mis historias desean saber que sucederán con ellos. Quizás sienten ansiedad o estrés de saber cómo sus vidas terminarán, si llegarán a sus objetivos, si vivirán más aventuras o si morirán de manera heroica o simple. No lo sé, supongo que escribir es lo único el cual te da el poder de ser Dios. Puedes crear o destruir, estar presente o ausente, vivir o revivir, otorgar o quitar, todo lo que tu quieras tan solo escribiendo una palabra diferente o poniendo un signo de puntuación distinto, o en otro lugar. Así de mágico es el mundo de las letras, de las palabras, de los libros.

Quizás inventamos la escritura no solo para comunicarnos, sino también para sentirnos dueños del destino de las cosas.

Incluso no solo siendo escritor, sino también lector, puedes vivir esas aventuras o ser parte a veces de todos esos mundos. El que tu elijas, al que tu quieras participar. Algo así como los videojuegos o la música. Solo que no necesitas años de programación profesional, ni un montón de dinero para hacer esos mundos reales. Menos un instrumento costoso y demasiado tiempo de vida tratando de afinar una nota. Y lo digo sin desprestigiar ninguna de esas actividades ya que disfruto de las dos por igual. Pero solo necesitas corazón, tiempo libre, un lápiz o algo que plasme palabras, algo en blanco y listo, todos los poderes divinos y perfectos de la creación, a tu disposición, a tu voluntad.

¿Genial no? Bueno, quizás exageré un poco con la imaginación, pero bueno, de eso se trata escribir, exagerar en lo que tu quieras o enredar cuantas veces quieras al lector, porque el único dueño de lo que escribes eres tú mismo. El único que tiene control y voluntad eres tú, el que escribe. Incluso el lector debe atenerse, por más que quiera algo diferente, a lo que está escrito. ¿Me contradigo con mi costumbre de historias paralelas? Si, lo sé, pero mientras leas estas palabras puedo hacerlo si así lo siento necesario. Está bien, quizás puedo hacer parecer el mundo de las letras como un mundo dictatorial, pero solo es una realidad, simplemente si algo no te gusta, puedes cerrar el libro o documento y eso es todo. Mil mundos, vidas y aventuras, puestas en pausa por tu mano. Después de todo los dioses también tenemos límites. ¿El mío? Esta vez serán mil treinta y cinco palabras.

1035 PalabrasWhere stories live. Discover now