La domadora de panteras

Una difícil convivencia

Capítulo 16. Una difícil convivencia

Las clases ya habían comenzado. Sin embargo, fueron pasando rápidamente, ya que tanto los shinigamis como los aliados de Aizen no paraban de pensar en qué era lo que estaba sucediendo, y en qué terminaría la visita de los Espada.

— ¿Por qué Roxanne estará aquí? —se preguntó curiosamente Ichigo, viendo detalladamente a la mujer, haciendo que Grimmjow estuviera furioso.

— ¿Qué le mira tanto ese shinigami a Roxanne? Lo acabaré apenas termine esta estupidez llamada clase—pensó el de ojos azules, que era analizado por Rukia.

—No puedo creer que éste salvaje este más de 15 minutos sin pelearse con alguien—agregó a la cadena de pensamientos, siendo seguida por Stark.

—My lady se ve realmente hermosa, pero el que no se ve bien es Ulquiorra—pensó preocupado el primer Espada

— ¿Por qué tenía que verla nuevamente después de tantos años? Jamás pensé que ella estaría justamente en Karakura ¿debería decirle a Roxanne que nos vayamos? No, no puedo ser tan egoísta, después de todo ella se está sacrificando por nosotros—se dijo el de ojos verdes, siendo observado por la de cabellos plateados.

— ¿Por qué tenías que volver a mi vida, Ulquiorra Schiffer? —se cuestionó mentalmente la de ojos azules.

— ¡Kurosaki! Ya es tercera vez que te pregunto que tienes que traer mañana—exclamó furiosa la profesora.

—Esa mujer sí que es histérica—susurró Grimmjow, haciendo que Rukia se riera a carcajadas.

— ¿Así que es chistosito Jaegerjaquez -kun? Veo que Kuchiki-san lo encontró bastante divertido, pero a mí no me hace gracia—gritó nuevamente, haciendo que Ulquiorra se parara de su pupitre para salir del salón.

— ¿Y a usted quien le dio permiso de salir Schiffer-san? —preguntó furiosa la profesora.

—El sonido del timbre, es hora de recreo—contestó secamente Ulquiorra, dejando el salón y siendo seguido por la mayoría de sus compañeros.

—Ahora vas a decirme por qué están aquí—aseguró Ichigo, tomando del brazo a Roxanne, siendo detenido por la sexta.

—No le pongas un dedo encima, shinigami—ordenó lleno de celos.

—Ya sabía yo que alguien como tú no podía dejar de pelear por tanto tiempo—comentó Rukia.

—Oigan, no se pongan así de pesados. Solo vinimos a divertirnos aquí—aseguró el de melena.

— ¿Quieren que confiemos en ustedes? —preguntó sarcásticamente el quincy.

—Si viniéramos a matarlos, no nos daríamos la lata de asistir a clases ¿no lo creen? —preguntó Stark, haciendo entrar en razón a algunos.

—Me da igual. Ustedes son enemigos y deben ser aniquilados—aseguró la shinigami de cabellos plateados.

— ¿Y quién es ella? —preguntó la de ojos morados, sabiendo muy bien la identidad de la shinigami.

— ¿Quieres ver? —interrogó, atacando de inmediato a Roxanne, lo que hizo aparecer a Ulquiorra, quien defendió de inmediato a la mujer.

—No permitiré que le toquen un dedo a Roxanne—aseguró el de ojos verdes, haciendo que el ataque de la shinigami se viera como un golpe sin sentido.

—Calma Ulquiorra, ese ataque no iba a hacerme daño—contestó amablemente Zero.

—Llamaré a la Sociedad de Almas para que los elimine—dijo furiosa la de ojos azules.

—Si quieres puedes hacerlo mocosa, pero para tu información te estarás enfrentando a los mejores Espada de Hueco Mundo—aseguró confiada la de cabellos negros, saliendo del salón de clases.

—Eso lo veremos—contestó la shinigami, dejando la sala para ir a la azotea.

—Y después dicen que soy yo el que empieza los problemas—agregó Grimmjow viendo a Ulquiorra.

—Lamento el incidente—se disculpó el de cabellos naranjas, haciendo volver a Roxanne.

—No tienes de que preocuparte Ichigo, yo también me disculpo por la reacción de Ulquiorra—contestó mirando los ojos del estudiante.

—Quisiera hablar contigo Roxanne—dijo el shinigami, pero Grimmjow tomó a Zero y se la llevo del salón.

— ¿Qué fue eso? —preguntó Kurosaki, sin entender nada.

—No mal interpretes eso. Estoy seguro de que ella no tenía problemas en hablar contigo, pero la pantera es sumamente celosa con su dueña—comentó riendo Stark