Entré mirando mis pies nerviosa ¿Por qué siempre perdía el control cuando Kate estaba presente? Dejé que me adelantara y seguí sus pasos hasta el salón en donde había estado en mi visita pasada, los recuerdos de ese día volvieron a mí y de inmediato mis mejillas comenzaron a arder. Todo se veía igual, pasamos por el salón y seguimos caminando hasta una habitación contigua, había una mesa mediana con platos y servicios puestos más dos velas que iluminaban la habitación. Kate me sonrío y me indicó que tomara asiento. Le devolví la sonrisa torpemente mientras caminaba hasta la silla.
-Espero que te agrade comer papas a la bonnete con carnes-dice mirándome fijamente y me remuevo incómoda.
-No, comeré lo que usted tenga profesora-Kate toma asiento a mi lado izquierdo sin dejar de mirarme.
-Aquí puedes tutearme Nalia-dice poniendo sus brazos sobre la mesa-¿Quieres comer ya?
Me encojo de hombros asintiendo, apenas había tragado algo durante el día y ahora necesitaba comer. Desde un lado de la habitación una sombra se acerca y pego un grito asustada. Cuando la sombra llega a la luz de las velas reconozco a una mujer de edad que me sonríe divertida. No había percatado que Kate tenía su mano sobre la mía en ese instante.
-Tranquila-dice aún con su mano puesta-ella es Nani, es quien se encarga de toda esta casa, Nani, ella es Nalia.
La mujer asiente con su cabeza y yo la imito regalándole una sonrisa, Kate sigue con su mano sobre la mía y comienzo a temblar.
-¿Tienes frío?-pregunta y vuelvo a sonrojarme, detesto que ella tenga el poder de hacerme perder el control sobre mí. Niego con la cabeza y a ella se le escapa una sonrisa.
Hablamos durante unos minutos de la escuela, le hablo de mi llegada hace apenas unos meses y parece atenta a mis palabras, consigo relajarme por primera vez frente a sus ojos, ya no tiemblan mis manos y ahora su tacto me parece cómodo. Nani llega con dos platos de entrada y se retira como una sombra.
-Gracias Nani-Kate comienza a comer sin miramientos y yo la imito, la comida me resulta exquisita, no sé sobre qué hablar con Kate, me da curiosidad saber sobre ella, de donde viene, su edad, si tiene algún acompañante. Mis miradas insistentes sobre Kate hacen que ella me observe curiosa, deja el servicio a un lado, y me mira directa.
-Adelante-dice sonriendo.
-¿Cómo?-pregunto confundida.
-Puedes preguntarme lo que quieras-abro mis ojos como platos y ella ríe.
-¿Cómo...
-¿Cómo lo sé?-me interrumpe-creo que tu mirada dice muchas cosas, me resulta fácil saber cuando quieres algo.
La miro sin creérmelo, si con solo mirarle ella sabe eso...debe saber cuan nerviosa me pone...
-Adelante-repite y yo tomo aire.
-¿Has vivido siempre en esta cuidad?-digo lo primero que se me viene a la mente.
Ella sonríe pero su mirada baja y se pierde en algún punto.
-No-dice finalmente-durante mi niñez viví en Canadá con mis abuelos hasta que decidieron mudarse aquí.
Asiento con interés, de ahí quizás venía su tez blanca y sus rasgos delgados.
-¿Vives sola?-pregunto curiosa y ella me observa con el ceño fruncido.
-Sí-responde interesada-¿Por qué?
-Pensé...que quizás tenías esposo o...no lo sé-digo mordiendo mi labio inferior, Kate baja su mirada hasta mi boca. Oh no. Me remuevo incómoda y miro hacia otro lugar.
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Malos Tiempos(temática lésbica)
RomanceNalia tiene dieciocho años, hija menor de una familia con pocos recursos, el desempleo de su padre y con la venida de un nuevo hermano a la familia decide trabajar durante el verano en un prostíbulo ¿Qué pasaría si en su nuevo trabajo se encuentra c...