As It Seems (Traducida al español)

1. I think I should speak now.

Solía ​​odiar la oscuridad. O al menos estoy bastante seguro de haberlo hecho. No recuerdo ninguna noche concreta de niño en que tuve miedo, ni ningún evento que me hiciera temer a la ausencia de luz, aunque pronto aprendí que había mucho por qué temer y contra lo que fortalecerme. Sin embargo había una sensación generalizada de que solía odiarlo.

Sin embargo, se convirtió en algo útil. La oscuridad oculta y ofrece tiempo para buscar el consuelo propio, algo que ciertamente necesito esta noche, necesario para las últimas noches. No necesitas ver para encontrar a alguien en la oscuridad; es por eso que mi ki esta lo más bajo posible.

Aún así, es una noche sin estrellas y sin luna gracias a las nubes, me encuentro en una grieta profunda de la corteza terrestre, muy lejos de los problemas. No es por cobardía lo que me ha llevado a esto. Fue una mezcla de irritación, frustración y un deseo general de disipar mi propia cabeza antes de pasar a la tarea bastante desalentadora de hacer lo mismo con Kakarotto.

No es que tuviera el sentido de simplemente dejar que me vaya como lo había deseado. No, tenía que ser fiel a su naturaleza exasperadamente sensible y protectora, y enfrentarme antes de que yo estuviese a una milla de distancia de él. Jugué fiel a mi naturaleza, asegurándome doblemente de que no tenía el suficiente sentido común para trabajar ese truco de tele transportación para alcanzarme. Entonces fue solo un caso de volar bajo, rápido y lo más discretamente posible. No es una tarea fácil con mi temperamento oscuro exigiendo más de lo mismo, pero cuando cayó la noche y finalmente aterrice en un lugar tranquilo, me instalé.

Eso fue hace dos días y ya no es tan discreto. No estoy cerca de una solución a mi situación original, aunque he encontrado con éxito el humor en ella. En realidad, mi mente privada de sueño está encontrando más humor en todo eso que cualquier otra cosa. Después de condenar, chamuscar y explotar todo a mí alrededor, no pude concentrarme en la seriedad de todo por un momento.

Ya no estoy pensando razonablemente. No lo he hecho durante la mayor parte de hoy en realidad. El profundo dolor de hambre que se ha reprimido durante tanto tiempo como lo contemplo si es solo al mirar estas mismas rocas durante horas lo que ha llevado mi cordura demasiado lejos. Sin embargo, la falta de alimentos tiene una importancia más grande. Tendré que cazar algo y encender un fuego pronto o volar de regreso a casa. Ninguna de las dos opciones me atrae. La mayoría de mis músculos se han puesto rígidos y estar parado y mucho menos perseguir algo seria una agonía total, y la mujer está en casa todavía.

La mujer. Ahí es donde se encontró el humor de todo esto. Ella sabía antes que yo y aunque no tiene nada que ver con eso, es la única persona que lo sabe. Está bien, no es gracioso, pero me había hecho sonreír en ese momento.

Hace ocho días me encerré en mi habitación de gravedad y puse mi cuerpo a prueba. Exigí la excelencia y la perfección, en comparación con la debilidad que comenzaba a aparecer. Nadie más se había dado cuenta, estoy seguro, pero durante unos días mi cuerpo no había respondido como debería haberlo hecho. Cada movimiento se sentía lento, mi mente luchaba por concentrarse y la gravedad cambiaba de opinión a cada momento, dejándome desorientado y desequilibrado, especialmente en el aire cuando intentaba lanzar ráfagas de energía.

Al igual que hice con Trunks, quería que esta debilidad desapareciera lo más rápido y eficiente posible. Así que entrené. Entrené más duro y por más tiempo de lo que había hecho en semanas, el orgullo y la determinación empujaron mi cuerpo más allá de sus límites, lo cual, sin saberlo, ya había disminuido en las últimas semanas.

Hace ocho días comencé este agotador acto. Hace cuatro días, la mujer me sacó de la cámara y aprovechó la oportunidad para empujarme hasta que recobré el conocimiento. Cuando eso sucedió, ella silenciosamente me movió para que yo estuviera sentado contra la pared, me estudió por unos momentos con sus manos en sus caderas, y luego puso su mano sobre mi cara con mucha más fuerza de la que pensé que poseía.