A la mañana siguiente de la fiesta, Aitana estaba junto a Arya en el centro infantil esperando noticias de su hermana pequeña. Estaba nerviosa, Alba siempre había mostrado una valentía y un coraje impensable para su corta edad, pero era joven, e inexperta, y Aitana tenía miedo por ella.
-¿Se resiste a comer?
Vicente apareció de repente en el campo de visión de la chica.
-Si. No le gusta la zanahoria.
-Es una buena verde, todo lo que sea de color naranja asusta.
-¿Cómo?- Aitana se extrañó ante el comentario del joven, era una tontería. ¿Qué tendrían que ver los colores de los alimentos con ser verde o naranja?
-Si observas a tu alrededor no hay nada naranja por la ciudad. Ningún objeto, ninguna prenda de ropa. Si algún día se viese algo, seria señal de peligro. Algunos dicen que hace muchos años, cuando el Caos se produjo se eliminó todo rastro del color por precaución. Todo el mundo tenía rencor y pánico a los naranjas, por lo que no podían verlos ni en su propia vestimenta.
-¿Y la comida?
-No se eliminó porque es necesaria. Aún así, la gente es reacia a comer zanahorias, naranjas... Si las evitan mejor. Y tu niña, por lo que se ve sigue la tradición.
Aitana se quedó un poco confusa, eso era una tontería. Aunque explicaba el porqué Arya siempre había puesto mala cara al ver algo naranja. Incluso cuando la sostenía en brazos y ella portaba su característico lazo.
¿A qué venía todo esto?
14:00 PM. Casa del general.
Alfredo, Amaia y Alfred estaban comiendo en completo silencio en la mesa del comedor. Anoche hubo un pequeño problema en la sede central, que provocó que el mayor de los tres abandonase la celebración. Ya estaba controlado, o al menos eso creía.
Alfredo estaba preocupado, ¿Quién había entrado en su despacho? ¿Qué buscaba? Los verdes siempre se respetaban entre ellos, nunca había problemas en las calles. Entre verdes no existía violencia, todos eran hermanos. El suceso de la noche anterior confirmaba aún más sus sospechas de la presencia de otros seres.
-Papá, ¿estás bien?- Alfred, quien tan solo había despertado hace un rato, era ajeno a todo lo que había ocurrido. Alfredo había querido mantenerlo en secreto junto a dos de sus hombres. El general sospechaba de los nuevos inquilinos en la ciudad, y su hijo, y sus amigos, tenían muy buena relación con ellos. Si le contaba sus sospechas, Alfred se negaría a creerlo. Estaba muy interesado en la joven de su derecha, y eso, un padre podía notarlo.
-Claro hijo. ¿Qué te hace pensar eso?
-Te veo muy callado.- Alfredo hizo un gesto quitándole importancia al asunto y decidió cambiar el tema de conversación.
-Bueno contadme, ¿qué tal la fiesta?
Amaia, por primera vez en toda la comida levantó la mirada del plato, y se limitó a decir un simple "bien". Sus ojos se cruzaron con los de Alfred, y tuvo que volver a agachar la cabeza. Ambos sabían porque estaban así. La noche anterior se llevaba gran parte de la culpa.
Horas antes, en el mismo lugar.
-No puedo abrirla. Esta puerta siempre igual.
Alfred peleaba con la puerta de la entrada, cuya cerradura se le resistía. Amaia no pudo evitar reírse al ver los gestos del muchacho. Ella no lo admitía, pero le hacía mucho más que "gracia" aquel joven.
-A ver, déjame probar a mí.
Tampoco hubo éxito.
-Nada. Imposible.
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Efecto Mariposa - OT 2017 - @beyourlaugh & @MunayGirl23
Fiksi PenggemarSupongo que has oído hablar alguna vez del efecto mariposa. El aleteo de las alas de estos insectos en una punta del mundo que provoca a su vez un huracán en la otra. Así inició una nueva era. Cuando el Caos comenzó a reinar. No queda nada del mundo...