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Desperté algo desconcertada, podia sentir un dolor punzante en mi garganta y una ansiedad poco natural, mi cabeza dolia y no sabia exactamente que estaba pasando, pude oir los pasos nerviosos de alguien fuera de la habitación, cuando vi a Craig entrar me tranquilice un poco.
"Tengo que llevarte al hospital" me dijo mientras se acercaba a mi, negué rotundamente, sabia que eso solo iba a traer más problemas, no sabia que estaba pasando conmigo y estaba muy asustada, no queria a nadie cerca de mi investigando mi condición, podrían terminar diseccionandome o algo peor.
"Por favor... Estas muy pálida, tus labios están partidos... Estas muy debil... Dejame llevarte" suplicó él frente a mi... Negué de nuevo, no sentia que pudiera hablar, note la frustración de Craig y lo vi irse nuevamente.
Me hubiera gustado que se quedara conmigo.
Pensé que me dejaria ahí sola un buen rato pero retorno rapidamente con una taza entre sus manos, una taza de café caliente, detecte el olor de inmediato.
La puso a mi alcance pero ante mi debilidad y torpeza la deje caer.
Oí el sonido de la cerámica rompiendose contra el pido y el sobresalto de Craig que fue por un paño y comenzo a limpiar el desastre.
Sin embargo hubo algo que me hizo saltar de mi lugar y mirarlo atentamente.
Su mano se habia cortado con un trozo de cerámica...
El aroma dulce y agradable de su sangre inundo la habitación y se arremolinó hacia mi.
Inmediatamente tome su mano entre las mias y sin pensar en ccuan raro era, lami su herida con dedicación, su cara sonrojada me hacia sentir avergonzada pero no podia pararlo.
Estaba prácticamente succionando su herida.
Supe entonces que pasaba...
Me aleje rapidamente y lo mire asustada.
Asustada de lo facil que habria sido perder el control y lastimarlo...
De lo facil que me hacia perder la razón solo con unas gotas de su sangre.
"Tu... ¿Que... Que eres?"

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