Capítulo 9

2.4K 220 59
                                    

Despertar al lado de él no tenía descripción alguna de lo maravilloso que se sentía, duerme como un verdadero bebé.

- Deja de mirarme - sonó algo ronco por el sueño.

- Eres hermoso - intenté acomodar su alborotado cabello.

Extendió sus labios pidiendo un beso, no me negué a eso.

- ¿Desayunamos fuera? - propuse.

- ¿No me harás desayuno?

- Tengo que hacer las compras.

- Eso haremos. Chris, necesito ropa.

- Coge la que quieras bebé.

- Cogemela tú.

- ¡Grrr!

En lo que se metía a bañar, aproveché para ordenar y hacer la cama, a este niño ya se le había convertido en costumbre ver todo ordenado.

Me dí un baño rápido para que no se nos hiciera tarde, ya que lo tenía que ir a dejar más tarde, cosa que no quería pero la suegra se podía enojar.

- Usaste mi perfume - sentí mi aroma en él.

- Solo un poco.

- Vamos - tomé su pequeña mano.

Básicamente las compras las hizo él, yo solo pagué, me sentía un novio sobornado, pero como decirle que no.

- Te quiero - escuché de pronto y lo envolvi en un abrazo.

- Awwww mi bebé.

Entre todo el rato haciendo las compras, el tiempo se nos fue volando y lo tuve que ir a dejar.

No entiendo el porqué no quiere hablar de lo que hice hace un tiempo, siempre esquiva el tema, lo peor es que no me siento bien si no me dice que perdona esa estupidez que hice. Ahora con este repentino cambio que tuvo, de odiarme ¿pasó a quererme nuevamente? Estaba todo muy raro.

Quizás yo le estaba dando vueltas demás al asunto.

- Deja de pensar estupideces Chris - hablé para mí.

Me puse a ver la televisión, así estuve toda la tarde. No encontraba algo para hacer.
Al caer la noche llamé a Rich para ver si salíamos de fiesta, hace tiempo no salía a una y no puedo negar que las extraño.

Pasó por mí y nos fuimos a un antro nuevo que había o por lo menos para mí lo era.

Habían chicas muy provocativas, soy hombre y no pude evitar mirar una que otra chica.

Había una que no me quitaba la mirada de encima, quizás invitarla a bailar no estaría mal.

- Que dices si invito a bailar a esa chica - mi amigo la analizó.

- Nada de mal. Si quieres voy yo - se puso de pie.

- La ví primero - caminé en dirección a ella.

Saqué mis dotes de galán y la saqué a bailar. Si bien no era mi fuerte el baile, tenía otras cosas que volvían locas a las mujeres.

- Eres muy lindo - habló la bella chica.

- No más que tú.

- ¿Tienes novia? - bastó solo esa pregunta para recordar a Erick.

- Sí, si tengo - respondí, no lo negaría nuevamente.

- Uhm, una pena que te deje solo. Ahora que si quieres...podemos ir a otro lugar.

Por un momento lo pensé, pero no podía hacerle lo mismo de nuevo y mucho menos despues de que las cosas estaban yendo mejor.

- No gracias - lamentablemente tuve que dejarla sola o volvería a caer en esa horrible tentación.

Por ti - Chriserick (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora