❤️ Amor Gamer ❤️ (Fanfic CDM Armin)

Capítulo 24

-Me caeré.-ni de coña me iba a subir a esos tacones.

-No te caerás.-me contestó Rosalya volviendo a tenderme los zapatos.

-Nunca he usado unos tan altos.

-¿Quieres ponerte las Converse con ese vestido?

-No, pero...

-Toma y no rechistes.-me dejó los tacones entre los brazos y se alejó hasta el baño. Me calcé los zapatos y caminé por la  habitación para acostumbrarme. Y eso era muy difícil.

-Siéntate ahí.-Rosalya me señaló mi butaca. Me senté y ella sacó todo el maquillaje que había encontrado en mi baño más que el que ella había traído de su casa.

Una hora después estaba con un vestido corto y ajustado color negro embutido en mi cuerpo, unos tacones negros que a día de hoy sigo dudando de como no me abrí la cabeza, y la cara más maquillada de lo que había estado nunca. 

-¡Ay! Tía, es muy tarde. Me voy a arreglar a casa de los gemelos. Quedamos en la parada del autobús a las diez. ¡Déjate el pelo perfecto!

-¿Por qué no te has arreglado aquí?-le pregunté. Ella ya había recogido su bolso y vuelto a guardar su maquillaje.

-¡Se lo prometí a Alexy!-abrí la boca para replicar pero ya se había ido. Bien.

Me senté frente al tocador y alisé mi ahora corta y oscura melena. No me arrepentía de haberlo cortado. Me gustaba más que antes.

A las nueve menos diez salí de casa. Leigh y Lysandro me dijeron que tuviera cuidado, y Leigh me regaló un spray de pimienta por si acaso. Lo que no saben es que mi patada a la entrepierna multiplica por cien el valor de ese spray.

Mi casa no estaba lejos de la parada del autobús. Llegué en dos minutos, y Armin ya estaba allí. Con una camiseta color beige ajustada, y unos tejanos negros que le sentaban muy bien. Ni Alexy ni Rosalya estaban allí.

-Hola, Gabriella.-saludó él.

-¡Hola! 

-Estás muy guapa.

-Gracias, tú también.-sonreímos.

-¿Y Rosalya y Alexy?-le pregunté.

-¿Contigo, no? Alexy me ha dicho a última hora que se iba a arreglar a tu casa.

-A mi Rosalya me ha dicho que se iba a tu casa.

-Rosalya no ha venido a casa hoy.

-¿Entonces, donde están?

-No lo sé.-se encogió de hombros. Saqué el móvil del minúsculo bolso que me había regalado Rosalya. Marqué su número. No tardó en contestar.

-¿Dónde estáis?

-En mi casa.-lo dijo con total normalidad.

-¿Pero no habíamos quedado?

-Sí, es que... Me acaba de bajar el período y para que no me quedara sola Alexy se ha quedado a acompañarme.-sabía que era mentira. Conocía de sobras a Rosalya y a Alexy. Tenían un plan del que yo no formaba parte. 

-¿No vais a venir?

-Pues no. Pero vosotros pasadlo bien.-rodé los ojos.

-Bien. Adiós.

-¡Adiós!-colgamos. Miré a Armin con mi mejor cara de póquer y le expliqué la situación. Imitó mi cara.

-Pero nosotros sí vamos a ir, ¿no?-me miré.