II
Habían pasado casi dos meses desde que Daiki pidiera su tercer deseo, y Taiga sentía que el moreno se estaba cansando y hastiando de dicho deseo.
Para Taiga había sido muy fácil hacer que Horikita Mai se enamorara de Aomine, pero... no era lo mismo si el mismo Daiki no la amaba de la misma forma... y claro que el moreno lo sabía.
Ni esas noches interminables en la alcoba con la chica podían lograr que Daiki la amara, y, aunque Taiga no lo dijera en voz alta, Aomine sabía sus pensamientos... aquello era doloroso para Mai-chan.
Taiga, varias veces quiso decirle al moreno que podía deshacer su deseo y volver las cosas a la normalidad; que aún le quedaban 3 deseos más por pedir; pero conforme pasaban los días, notaba que el policía era obstinado... demasiado obstinado, y eso significaba no dejar escapar a Mai-chan, quien parecía ser la mujer de sus sueños.
Decidió no entrometerse en esa decisión.
Pero no podía estar tranquilo al sentir a su portador tan miserable... porque... esos mismos sentimientos mortales aparecían en él.
Fue una tarde-noche de jueves que Daiki decidió pedir su cuarto deseo.
Parecía que Mai-chan tenía cosas importantes que hacer en la jefatura de policía, por lo que decidió quedarse a trabajar horas extras, dándole oportunidad a Daiki de regresar a casa a pie, ya que el moreno quería aliviar su estrés de la semana con una tranquila caminata hacia casa. ¿Qué importaba que fueran, al menos 30 minutos de camino hacia su hogar?
Para Aomine, era tranquilizante, también, conversar con Taiga sobre cualquier cosa, en especial sobre su día de trabajo. Lo que le agradaba del genio era que, siempre lo escuchaba con interés; sin embargo... había algo más que le encantaba, y eso era hacer enojar al pelirrojo, vaya que era uno de sus pasatiempos favoritos. El genio, cuando se molestaba, fruncía el ceño, haciendo denotar aún más sus raras cejas partidas, además de que mostraba un gracioso puchero.
Muchas de esas veces, conllevaban a peleas entre ellos, que terminaban en ambos ofreciendo disculpas, aunque a Daiki se le dificultara en demasía pedir disculpas.
Daiki caminaba tranquilo, contándole a Taiga sobre ese establecimiento de comida rápida en donde preparaban unas deliciosas hamburguesas teriyaki.
No debía ser un asombro para él que el genio de cabellos rojos y piel color caramelo ni siquiera supiera qué era una hamburguesa."Prometo comprarte alguna hamburguesa, para que la pruebes. "
El genio asintió con la cabeza, sintiendo esa emoción que irradiaba Daiki, lo que hizo que una sonrisa apareciera en sus labios. Estaba deseoso de comer aquel alimento que a su moreno portador tanto emocionaba.
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Seis Deseos
FanfictionA Aomine Daiki le obsequian un inusual artefacto de oro que cambiará su vida para siempre. Descubrirá que, a veces, los deseos no son como uno lo espera... Kagami x Aomine Este fanfic participa en el evento "Hikari Month" del grupo 'AoKaga 5x10' de...