Confundida.

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Dahyun.

Ya me sentía más tranquila le dije a chae que me ausentaría unos días, necesitaba un descanso. Me habían servido de mucho, no había sabido de sana hace unos días lo cuál era bueno. Me hacía pensar que realmente no le importaba su hija mucho menos yo. Momo me llamo para saber como estaba, hoy sería la primera cita de Senia en el nuevo hospital. Tenía que estar con la mejor actitud posible para brindarle sonrisas a mi pequeña hija.

Me levante para prepararle el desayuno y luego llevarla a la escuela. La veía bajar un poco desanimada.

— ¿Que pasa? ¿Que tienes?— pregunte asustada.

— Mi zapato se ha roto— Dijo triste.

Podía observar y es que era verdad. No tenía dinero para comprarle otros, tendría que buscar la manera para poder comprárselos. Le podría pedir prestado a Chae pero la verdad es que me daba mucha vergüenza pedírselo.

— No te preocupes pequeña, yo te compraré otros— Le besé la frente y la abrace. 

Podía ver el brillo de sus ojos cuándo pronuncie aquellas palabras. Le serví el desayuno, limpie la cocina lo más rápido que pude y me dirigí a su escuela. Lo bueno es que pronto saldría de vacaciones. Me despedí de ella, diciéndole que cuidará su ropa, ya que saliendo tendríamos que ir al hospital para no llegar tarde a su primera cita.

Me senté en un pequeño parque que quedaba cerca de la escuela, el clima era perfecto, soleado. Vi que había un periódico tirado  y comencé a leerlo, habían fotos de Sana junto con la que decían que era su novia la modelo taiwanesa Zhou Tzuyu. Recordó lo que dijo días atrás y me hacían sentir mal. Seguí leyendo, según llevaban 6 años ¿Qué novedad? ¿No era la misma con la que la vi antes de irme? La verdad es que era bonita, aún más que yo... 

Lo tiré no quería seguir leyendo. Cerré mis ojos y comencé a recordar ''Esa noche'' en dónde fue demasiado tierna conmigo, como caí en sus encantos y me deje llevar por lo enamorada que me encontraba de ella. Como podía alguien fingir de tal manera, por esa razón cada vez que alguien intento ligar conmigo no podía creer en lo que me decían. Aún me siento insegura respecto a esto, tengo miedo que Momo solo quiera jugar conmigo, no sé si pueda darle una oportunidad. Observaba pasar a las personas, muchas parejas y familias felices ¿Esto es una broma? 

Me regrese a mi hogar para poder descansar un poco, llevaba días en los que no podía dormir bien, tenía muchas preocupaciones en la cabeza, ya mero llegaba el día para pagar la renta, los gatos en la florería... sentía que no podía con todo y un día me quebraría pero siempre ese sentimiento se iba cuándo veía a mi pequeña, no es tan malo cuándo tienes a un ángel a tú lado dándote un motivo para no rendirte, nunca podrías ser un error...

Sana.

Estos últimos días había estado de mal humor, cada vez que Tzuyu intentaba algo conmigo la ignoraba o me iba del lugar. Mina estuvo llamando pero no tenía ganas de lidiar con sus preguntas. Momo me había pedido ir a algunas terapias para observar personalmente que todo este como esta en los programas. No me gustaba estar en un hospital y menos con gente enferma. A parte que me entraba la nostalgia ya que mi padre murió de cáncer, ni con todo el dinero que el logro se pudo salvar. No quería ir sola, no sé si pedirle a Tzuyu que fuera conmigo. 

  — ¿Quieres venir conmigo al hospital?— Pregunté.

— La verdad es que no me gustan esos lugares ¿Por qué no mejor te quedas y nos divertimos?— Su voz era coqueta.

Sabía que diría algo como eso, no sé para que me moleste en preguntar. Me metí a bañar para que me fuera con anticipación y no cometiera el error de llegar tarde. Me arregle y sin despedirme me salí de mi habitación. 

Me subí al carro, observaba la ciudad. Hoy era un día tranquilo, realmente podía sentirme relajada, le pedí al chofer que pusiera algo de música para que el camino no fuera aburrido. Llegue al hospital, se veía más animado, había mucha gente y enfermeras. Comenzaron a tomarme fotos, a querer entrevistarme pero no estaba de humor para eso, así que simplemente solo me aleje lo más que pude de todo eso. Sin darme cuenta alguien tomó mi mano y era nada menos que la chica con la que estuve la última vez.

— Veo que te volví a encontrar ¿Qué te trae por aquí?— Pregunto curiosa. 

— Vine a verificar que todo este como se ordeno ¿No sabías que soy la accionista mayoritaria aquí?— Reí sarcástica— Aunque yo tampoco sabía que eras doctora.

  — Creó que lo que menos hicimos fue hablar— Rio— A ver cuándo repetimos, lo del otro día.

Se acerco a mi oído besándolo, sin importarle que estemos a mitad del pacillo con personas pasando a cada segundo.  

  — Claro que sí, si tu prometida te da permiso— Le susurre.

— No tiene porqué enterarse— Me dio un pequeño beso a mitad de los labios.

En verdad que sabía como provocarme, si no estuviéramos en un hospital, ya la hubiera follado de muchas maneras y ella era consciente de eso, por ese motivo lo hacía. No me esperaba que estuviera comprometida pero por mi no había problema, en realidad yo tenía una esposa y una novia, eso es raro. Me dirigía a la oficina de Momo pero se veía algo decaída no sé si preguntar al respecto pero hablo primero.

  — No espere que llegaras temprano hoy. Espero que así llegues todos los días— Rio.

— No llevo ni dos semanas aquí y ya se me hizo eterno venir.

Me pidió que la siguiera, ella tendría una sesión con una pequeña niña cuyo nombre desconocía. Momo se veía feliz, se notaba que le gustaba no pude evitar pensar que así se vería mi hija tendría unos 5 o 6 años. Saque todo pensamiento así de mi mente, no debí verte solo regresaste arruinarme la vida definitivamente.

Te odio (SAIDA)  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora