Cuando dos mundos chocan

Jóvenes Peculiares.

April comenzaba a desesperarse.
Teniendo a Izal sentado a su lado en el sofá picandole las mejillas todo el tiempo, le resultaba un tanto irritante pero al no le importaba. Esa tarde April lo había invitado a su casa porque hace mucho ellos no se veian a causa de la escuela y los tiempos que cada uno tenía para hacer sus actividades. April vivía con su madre y su hermano (quienes esa tarde habían salido al cine) en un departamento de una zona de adinerados cerca de su  escuela y anteriormente, la escuela en donde conoció a Izal.

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April cursaba el primer grado e Izal el tercero cuando comenzaron a hablarse y esto, gracias a que "casualmente" ambos entrenaban en la misma escuela de pelea. Una mañana fresca,  Izal iba caminando por el patio acompañado de uno de sus amigos cuándo vio a lo lejos a April y recordó que ella entrenaba tambien en la escuela a la que el había ingresado. Izal ingresó a una escuela de pelea cuando el tercer grado de la secundaria había empezado y fue ahí donde la vio por primera vez, ella y su hermano eran un grado más alto que él, y la primera cosa que ella le había dicho a Izal era que si no quería tener un lindo moreton en la cara se moviera de donde estaba. El sólo le agradeció sin saber nada sobre ella. Esa mañana el decidió ir a saludarla asi que caminó hasta ella y le habló sobre si iría a entrenar esa tarde, ella sorprendida pero con una sonrisa de oreja a oreja le respondíó que si. Y de una manera muy rápida surgió una amistad bastante estrecha y nada normal.

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April había cambiado desde aquella mañana hasta esa tarde en que estaba a punto de golpear a Izal si no dejaba de picar sus mejillas. Los cambios fisicos eran los más notables pues cuando se conocieron ella carecía de las curvas que distinguían tan bien a una mujer, pero a unos ocho meses de cumplír 15 años ya habían aparecído esas curvas que a Izal en algunos momentos le hacían babear. Izal tambien había cambiado: un ligero engrosamiento de voz, una estatura más alta, unos kilos de menos y su incorregible forma de hablar y hacer las cosas le hacían único, además de su próxima ascencion a la legalidad civil ya que en 3 meses y 7 dias el cumpliría dieciocho años de edad. Esto hacía que April se sintiera feliz de estar con alguien igual de rara que ella y, aunque no se lo mencionace mucho el lo sabia.
—Mira Izal— dijo April enfurecida y dando un largo suspiro. —Si vuelvo a sentir que me picas las mejillas una maldita vez más, usaré las técnicas que he estado aprendiendo en la Escuela y juro que no tendré piedad—.
—Oh vamos April, es divertido, cuando tu me haces cosquillas yo no te hago esas amenazas tan obscuras—. dijo Izal sonriendo, al mismo tiempo que le picaba una mejilla.

April le tomó el dedo con el que le había picado por última vez la mejilla y le dio vuelta alistando la otra mano para acestarle un golpe en la cara a Izal. A lo que el soltó un chillido agudo mostrando que le causaba diversión, justamente lo que April no quería. Y justo cuándo iba a haber un clímax violento respecto a picar mejillas alguien llamó a la puerta.
—Te has salvado esta vez, ¿me oiste?—. Dijo ella soltandolo
—¿Esperabas a alguien?— preguntó Izal sobandose el dedo que le había torcido ella. —Oh bueno, ya verás—.
April se levantó del sofá gris y caminó descalza hacia la puerta para abrir e Izal no pudo evitar bajar la mirada para contemplar ese crecimiento en April que hace 3 años no estaba y que al parecer a Izal, le atraía de cierta forma mientras se movía hacia allá.
En cuanto la puerta de madera fina pintada de negro fue abierta, unos grititos de emoción se escucharon e Izal no pudo evitar asomarse discretamente a ver si podia mirar quien era. April hablaba en la puerta con lo que al juzgar por la voz delgada era una chica, cuando Izal oyó mencionar la palabra "Prima" lo cuál lo dejo pensando.
April dejo entrar a la chica y le dijo que fuese a sentarse al sofá mientras ella iba por unas latas de refresco a la cocina. Izal vio a una chica aparentemente de la misma edad de April, misma estatura y mismo color claro de piel, llevaba unos jeans que parecían un poco apretados de color azul claro doblados por la parte de abajo hasta la mitad de las espinillas, una playera de mangas largas color rojo con letras blancas que atravesaban todo su pecho y decían: "New York". Izal pudo notar que la chica que había entrado y que se dirigia hacia la misma posición era muy linda. Pero antes de llegar al sofá la chica dio vuelta sin siquiera voltear a ver a Izal para sentarse en una silla giratoria que estaba cerca de un escritorio que parecía ser bastante caro. Cuándo April entró a la sala con los refrescos en las manos le arrojó uno a Izal y otro a la otra chica.
—Oye Liz, dije que podías sentarte en el sofá—.
~Liz~. Pensó Izal
—¿Hay algo de malo con que me siente en la silla cool?— .
—Noo, pero talvez podrías hacerle entender a mi amigo que no es divertido picarme las mejillas—.
Izal mirando a April dijo: —Claro que es divertido—.
—¿Te parecerá divertido cuando te golpee?— Respondió April.
Liz echó a reír.
—Jajajaja ¡¡puedo hacerlo mejor idiota!!—¿Eso crees?, April dile—.
—¿Tienes miedo?— respondió Liz
—Claro que no, ¿eso crees?—
—Creooo que eres un idiota, no le quitas la mirada de encima a April, pareciera que la quieres para algo no-prudente— Decia Liz mientras reía y miraba su celular.
—¡¡Liz!!, Cállate con eso—. Refunfuñó April.
—Jajajaja Ups. Me gustaria seguir insistando cosas sucias pero debo irme, April ¿puedes darme mi mochila por favor?—
—Claro, vuelvo enseguida—
—¿Ya te vas? ¿Tan pronto?— preguntó Izal.
—Sii lo siento, tengo ensayo hasta tarde, pero hablamos luego guapo—. Respondió Liz.
April volvió con una bolsa un tanto grande y se la entregó a Liz.
—Muchas gracias juapa— dijo Liz mientras le hacía una señal de despedida a Izal moviendo los dedos rápidamente.
Izal sonrió.
April acompaño a Liz hasta la puerta y se despidieron con un abrazo mientras le decia que volvería después.
Izal se quedó pensando… ~algo tambaleaba~

April volvió con Izal a la sala y siguieron platicando hasta tarde.

Izal se apresuró a salir del edificio para evitar llegar tarde pues, no habia muchos transportes que llevaran a su casa. Caminaba por la banqueta con rapidez y enfocado en lo que tenía enfrente, cuando de un momento salió Liz frente a él y se miraron a lo lejos. Izal sólo caminaba, mientras que ella ya estaba planeando detenerse, asi que se detuvo cuando estuvo junto a el. Se detuvieron ambos en seco y se miraron a los ojos… sus miradas hicieron que todo lo que hubiese alrededor se congelase y no hubiera nada más que ellos… Izal comenzó a sentir como su presión cardiaca comenzaba a subir, mientras apretaba los puños y miraba fijamente a Liz. El pensaba que realmente era linda, era "juapa".
Y de un momento a otro ella dijo:
—¿Te vas tan pronto?—
—Amm, si. No salen muchos transportes a mi casa cerca de estas horas—.
—Entiendo, perdón por no quedarme ahí con ustedes es que, tenía un ensayo—.
—Esta bien esta bien, no hay que preocuparse. ¿Que ensayas?—.
—Estamos ensayando para una obra que presentaremos en un teatro de aquí cerca, la obra se llama "Del Dia a la noche".—
—Oh vaya, casi como algo musical—.
—Creo que es lo lógico, jajajaja—.
—Jajaja cierto. Por cierto soy Izal, supongo que ya sabrás—.
—Ahora lo sé. Soy Liz, se que talvez allá adentro fue grosero no saludarte, pero estaba distraida, llevaba bastante prisa—.
—No pasa nada—.
—Bueno entonces, supongo que debes irte ¿verdad?—.
—Amm s-ss-ssii-i, se hace tarde—.
—Bueno, ve con cuidado y oye… ¿Vas a darme tu número? Talvez en alguna ocasión podamos hablar sin que ninguno de los dos lleve prisa ¿no crees?—.
—Si si tienes razzz-zz-on, amm pero, ¿podrías pedirselo a April? Me quedé sin maldita bateria—.
—Ok, seguro. Supongo que usas las redes sociales ¿no? ¿Te parece si hablamos por la noche?—
—Claro Claro, seguro que si. Entonces, mandame mensaje ¿si?
—En un rato hablamos—. Dijo Liz mientras se marchaba lentamente.

Izal no dejaba de temblar.
Estaba muy nervioso, se quedo parado mientras procesaba todo.
Y se preguntaba: ¿que era ese destello que emitia Liz por ratos y después desaparecia?.
En un momento en que salió de su trance, Izal volteó y le gritó a Liz.

—¡Oye! ¡Liz!—
Liz volteó apresuradamente
—¿Ah? ¿Que pasó?
—Olvide preguntarte…— Dijo Izal nervioso. —¿Cuantos años tienes?—
—Jajajajaja ¿enserio? ¿Cuantos parece que tengo? April me dijo que querías estudiar y ser… ¿Psiquiatría? O era...
—Piscoanalista— La corrigió Izal
—Eso, bueno Señor analista, ¿Cuanto crees que tengo? No te lo diré a menos que adivines.
—Vaya, amm ¿17?
—Jajajaja eres malo Analizando.
—Soy un Psicoanalista, no un Vidente—.
—De acuerdo, mi edad aún es un místerio—.
—Algún dia lo sabré—…
Liz se dio vuelta con una sonrisa en el rostro.

~Algún Dia lo sabre… Estrella Caída…

Espero les guste esta historia. Y la sigan
Si ese es el caso, por favor
Ayudenme con comentatios y votos.
Subiré en otra ocasión la parte siguiente.
*Besitos a Dany*