Doctor, I need Your Help [Finalizada] ~ #wattys2019

02: Kim Taehyung

Un pequeño niño de 4 años, después de la muerte de su padre.
Su madre y su nuevo padre se mudaron de hogar.

Taehyung era un chico bastante lindo e inocente, además de ser algo tímido cuándo se le presentaba a una persona nueva.

Su niñez paso normal, hasta que tuvo 10 años de edad.

Ese día salió del colegio como era costumbre, camino en silencio con aquella sonrisa cuadrada, pensando en lo que había aprendido en el día, estaba ansioso por contarle a su papá.

Entró a su casa
-¿Hola?- preguntó este adentrandóse a su casa. Silencio... Hasta que llegó a la cocina, viendo a su padre con una botella rara.

-Taehyung, llegaste hijo- dijo este con una voz... ¿rara?

-¿Papá? ¿Porqué hueles así? ¿Y mami?-

-Tranquilo hijo, mamá llegará tarde- dijo este levantandóse, tambaleandóse un poco también.

Tomó a Taehyung de su pequeña cintura, sentandólo en sus piernas

-¿Sabes que te quiero verdad?- él menor asintió ante aquella pregunta -Me alegra que lo sepas- dijo con una sonrisa ladina, tocando los muslos del menor.

Él menor estaba confundido -¿Porqué me tocas?- preguntó

-Porqué te quiero TaeTae, por nada más-

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Cuándo cumplió 13 años, comenzó a comprender que ese no era un cariño correcto, su padre lo tocaba desde los 10, pero siempre se sentía incómodo con aquello.

Hablaría ese día con su padre.

-Por favor, ya no quiero que me toques

-No quiero que me toques- dijo este de manera firme, quería acabar con todo aquello

-¿Qué? Pero sabes que así demuestro el cuánto te quiero- dijo él "padre" de Taehyung

-No quiero que me lo demuestres así, no quiero que me vuelvas a tocar-

Cómo hubiera querido no decir aquellas palabras...

Nunca supo cuándo le dio el primer golpe dejando rojiza la mejilla del menor.

Lo tomó a la fuerza, comenzando a acariciar cada parte de su cuerpo.

-¡No me toques! ¡Suéltame! ¡No quiero que me toques!- suplicaba él menor con los ojos llorosos.

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Ahora él chico de 16 años... aún era tocado, odiaba ser tocado por aquel asqueroso hombre.

Pero no hacía nada.

Sino su madre sufriría las consecuencias.

Llegó aquel día como siempre, repitiendo la misma rutina, como siempre.

Ser tocado por él como siempre.

Pocas veces se íba a su habitación para que el llanto fuera mínimo.

Odiaba ser tocado por él.

Suspiró después de descargar todo lo que tenía dentro.

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-¡No me toques!- le gritó a uno de sus amigos.

-¿Qué?- dijo Baek realmente desconcertado ante aquella actitud extraña del chico