No Todo Se Trata De Las Cartas Kaiba (Yu-gi-oh)

12. "En tiempos de guerra, cualquier hoyo es trinchera"

Al llegar a casa Anya se dejo caer sobre su cama, ese día había estado lleno de sorpresas, no desagradables pero si inesperadas como cierto beso que le robó un chico mientras estaban en la rueda panorámica, al pensar en esto automáticamente se tocó los labios y recordó el momento.

  - Anya
 
  - si? - volteo la mirada para escucharlo mejor, pero solo sintió como él la tomaba de las manos y estampaba sus labios con los de ella, en un roce al principio tierno y delicado que poco a poco adquiría cierta necesidad, ella solamente se dejó llevar por aquel acto, correspondiendolo y acercandose poco a poco.

 
  Al separarse ambos estaban sonrojados y con la respiración entrecortada, ninguno dijo nada por el resto del camino hasta llegar a la esquina de la casa de Yugi.

  - Anya, yo...
 
  - Bakura, yo..
 
  Ambos hablaron al mismo tiempo, hubo otro momento de silencio entre ellos, para luego ser reemplazado por un par de carcajadas.

  - jaja, te parece si comenzamos de a poco?
 
  - de a poco?
 
  - por lo del beso, Bakura tu me gustas, pero ahora tengo demasiadas cosas en la cabeza para darte la debida atención, lo entiendes?
 
  - claro que si y lo que menos quiero es hacerte sentir incómoda con esto.
 
  - tranquilo estoy bien.
 
  - de acuerdo, entonces nos vemos otro día te parece?
 
  - por supuesto.
  ...

Se sentía mal de no poder corresponder inmediatamente los sentimientos del chico, pero ella era sincera, pronto le llegaría una nueva carga de mercancía a la tienda, las vacaciones acabarían y ella debía preparar todo para los futuros clientes, sin duda alguna estos días serían muy largos.
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- Señor es momento de hacer algunos cambios en nuestra publicidad - le dijo uno de los administradores mientras revisaba las finanzas de ese mes.

  - que es lo que sugieres? - preguntó con un tono de voz cansado. 

- sugiero que tengamos un modelo para representar algunos de nuestros productos, una mujer sería lo ideal para ganar la confianza del público femenino, podemos conseguir una modelo.
 
  - pero viendo las modas actuales, pensamos que lo mejor sería escoger a una chica que no tenga experiencia en estas cosas y represente la naturaleza del consumidor y creemos que la mejor forma de lograrlo es a través de una votación en la que ellos se sientan incluidos.
 
  - y como será esta votación?
 
  - las candidatas serían empleadas de tiendas en las que ofrecemos nuestros productos, sería una alternativa nueva y agradable para los clientes.
 
  - es necesario hacer este tipo de publicidad? - cuestionó de mal genio, a Kaiba no le agradaba cambiar de un día para otro el logo de su empresa o la forma de su publicidad.
 
  - señor, según nuestros ultimos gráficos es hora de cambiar un poco la publicidad para contactar mejor con el público juvenil debido a que representan el 70% de nuestros consumidores. 
 
  - de acuerdo, hagan una lista con todas las empleadas que esten diponibles para pedir sus datos y almacenarlos - pidió mientras bebia un poco de su clásico café matutino.
 
  - aqui tiene la lista señor, son en total 85 mujeres contando a 20 que empezaron a vender nuestros productos - explico uno de sus empleados mientras le pasaba un par de hojas con nombres.
 
A Seto le tomó 5 minutos encontrar un nombre bastante llamativo en particular y 2 minutos para tratar de no ahogarse con su propio café, era algo que no esperaba, se sintio un verdadero idiota al recordar que ella trabajaba en la tienda de Juegos de ese viejo, continuó leyendo ese nombre una y otra vez, lleno de frustración por algún motivo se levantó de su asiento.

  - por el momento me encargaré de buscar la información de esta persona yo mismo, ustedes encarguense del resto entendido? - habló sin esperar respuesta mientras se dirigía al parqueo.
 
Al llegar a su auto emprendió el camino, aunque nunca lo admitiera una parte de el deseaba verla, de la manera que fuese deseaba verla y si ese era el único modo entonces lo haría.

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-Bienve...Kaiba? - cuestionó algo sorprendida de ver al castaño en la tienda de juegos - como estas? Que te trae por aqui?

  - debes llenar esta hoja con tu información -le dijo haciendo caso omiso a sus preguntas mientras le pasaba un formulario.
 
  - y esto es para...?
 
  - solo llenala.
 
Porque él la ignoraba? Se preguntó en silencio, las cosas con Kaiba siempre eran diferentes, en un momento era amable y al otro nisiquiera le dirijía la palabra, esto era el colmo, aquel chico solo conseguía frustrarla, cuando ella creía que él era una mejor persona actuaba como lo opuesto a una.

  - ...no.
 
  - que?
 
  - no puedo darte información personal asi como asi, necesito saber para que me la pides.
 
  - porque simplemente no llenas la hoja y ya?!
 
  - porque yo no soy una de las empleadas que obedecen todas tus ordenes sin titubear?! Ademas, solo te pido saber el motivo de esto?! - gritó señalando el formulario.
 
  - esta bien es para un concurso de acuerdo?!
 
  - ...que?
 
  - kaibaCorp dirigira un sorteo para escoger a una chica que represente nuestra marca, decidimos hacerlo con todas las tiendas que adquieren nuestros productos, como tu eras una de las participantes y aprovechando que pasaba por aqui decidí traerte el formulario, feliz?
 
  - amm, la verdad es que no. Sé que este tipo de promociones podrían llamar la atención de la clientela pero al menos nos hubieran avisado con anticipación no crees?
 
  - eso no me interesa, ahora llena la hoja de una vez.
 
  Con un ligero suspiro y aguantando las ganas de correrlo Anya comenzó a completar el dichoso documento, lo mejor era hacerlo rápido para que ese sujeto se fuera y la dejara en paz lo antes posible.

Mientras ella llenaba la hoja parecía no percatarse de la atenta mirada de Seto, quien la obserbaba detenidamente, mientras lo hacía notó un par de cosas que le llamaron la atención, primero la perfecta caligrafía que ella usaba, segundo la forma en como ponía el boligrafo cerca de sus labios, algo que sin lugar a duda llamó mucho su atención y tercero, su aroma, era caramelo, con un poco de jazmin, tenía cierto dulzor que lo alentaba a acercarse más. Una vez ella termino le tendió la hoja.

-Listo, algo más?

  - no, eso es todo, adios. - habló mientras se dirigía a la puerta.
 
  - adios. - contestó ella, algo disgustada por dicho comportamiento pero tratando de enfocarse en su trabajo dejo de estarlo.
 
  Mientras Seto Kaiba observaba el formulario de Anya sentía la necesidad de sentir aquel perfume tan embriagador que ella tenía.

Continuará...