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Me sentia muy comoda con Craig a mi lado, tomaba mi mano de manera suave y sonreía de manera dulce.
Me sentia apenada de haber dejado que comprara ropa para mi, aun más de habersela mostrado, sintiendo su mirada sobre mi.
Una mirada demasiado atenta y feliz.
Me sentia como una chica normal y lucia como una, ropa a la moda, zapatos de tacon, incluso había trenzado mi cabello.
Pase el día junto a Craig, sujetando sus manos, besando sus labios, sintiendo una gran afinidad entre ambos.
Lo amaba.
Lo amaba profundamente.
No importaba si solo había pasado un breve tiempo con él.
Lo sentia parte de mi. Lo sentia mío.
No sabíamos si regresar a si casa, era peligroso, así que al final opto por que nos quedáramos en un hotel, uno cercano a su trabajo para facilitar las cosas.
Esa noche la pasamos viendo televisión, riéndonos de una pelicula, disfrutando los momentos con el otro.
Acaricie su cuello con mi nariz y luego con mis labios, note como temblaba al contacto.
"Tweek... Basta" me ordeno, fingiendo una voz estricta, me rei y me acomode entre sus piernas, dejando un camino de besos por su cuello, tan calido y palpitante...
Acaricie su rostro y lo hice mirarme.
Sus mejillas rojas y sus ojos brillantes me hicieron estremecer en lo mas profundo...
¿Como podia este hombre cautivarme de semejante manera?
Sin decir una palabra, nos acariciamos hasta que el ambiente fue más y más tenso.
No podia dejarlo.
No quería dejarlo jamas.
Sentir el calido y suave toque sebsus manos sobre mi piel fue motivo de placer y satisfacción.
En un vaivén calmado y gentil, entregue todo de mi a aquel hombre.
Me percate que... Incluso dentro de los recuerdos que tenia, jamas me había entregado a nadie, nunca... Esta era la primera vez, y la compartía con quien yo consideraba la merecía más que nadie...
Aquel que había ganado sin duda mi amor y lealtad completamente.
Oírle complacido fue el paraiso así como sentirlo conmigo.
La madrugada nos encontro recostados, en los brazos del otro, profundamente dormidos.
Seguros...
Quietos...
Apacibles...

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