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Craig se fue apenas habia desayunado, le despedi con un beso y siguió su camino tranquilamente.
Miraba por el gran ventanal del cuarto a la calle, sentada en un pequeño sofa ahí cerca.
Mire el teléfono y me dedique a analizar como funcionaba todo aquello.
Fue cuestion de minutos que pidiera servicio a la habitación.
Obviamente no le dejaria todo a Craig, había traído dinero conmigo, lo suficiente para vivir bien un tiempo, le pagaría cada centavo en cuanto el me dejara hacerlo.
Pedi una comida que incluia carne, el sabor me dejo encantada, así como el suave corte y el tejido a termino medio.
Disfrute aquello a mas no poder, Craig llego pronto y lo mire con curiosidad.
"Parece que has comido sin mi ¿no?" me regaño, corte un trozo de mi comida y la acerque a su boca, degustó complacido la comida.
"Pareces satisfecha... Tus mejillas siguen con color" me dijo sonriendo.
"Q-Quizas comer carne es igual de bueno que beber sangre" dije pensándolo un momento, Craig observo su mano vendada, como sintiendose despreciado, me rei ante su expresión.
"Tu sangre... Es muy deliciosa, no es ni comparable un trozo de carne" dije siendo honesta.
Craig se acercó a mi, comenzando a besar mi cuello y morderme, aquel contacto despertaba mi deseo por hacer lo mismo, así que termine imitandolo.
Aunque estaba satisfecha, aunque sabia que no lo necesitaba, lo mordí hasta que el liquido carmesí llego a mis labios.
Bebí cuanto pude, sintiéndome increíblemente vivaz y excitada.
Note la misma reacción por su parte, comenzando a acariciarme de maneras mas indebidas e intimas.
Relami su herida mientras me montaba en él, disfrutando aquel delicioso roce.
Nuestra actividad ceso cuando llegamos juntos a ese punto placentero donde podia sentirme totalmente plena.
No sabia si era el efecto de su sangre y que la habia bebido antes de aquello, pero me había resultado incluso más placentero que antes.
Nos bañamos y cambiamos solo para seguir sentados, solos, abrazandonos sin ninguna preocupación.
Pero el ambiente paso de ser agradable a atemorizante cuando escuchamos un gran alboroto y gritos en los pasillos, sentí como si mis sentidos se agudizaran y mi piel se erizara, mis colmillos se expusieron, mi cuerpo estaba listo para saltar contra quien fuese que quisiera dañar a Craig.
Un incauto entro violentamente dispuesto a dañar a mi pareja.
Y me di cuenta...
Que había algo que desperto en mi un terrible instinto asesino que no pude controlar en cuanto supe a Craig en peligro.
Me di cuenta lo que se sentía ser un animal salvaje atacando una presa muy debil.

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