Abriendo los ojos esa mañana te recordé y salieron lágrimas de mi alma , porque si las hubiera sacado de mis ojos, mi almohada se daría cuenta de mi sufrir.
Luego baje los pies y con una sonrisa dije buenos días, pero seguías en mis pupilas. Pasaron las horas y lo cotidiano del día invadió mi mente, pero cada vez que suspiraba era tu presencia en mis recuerdos los que se hacían presente, nadie se daba cuenta de mi sufrir.
Esa tarde vestía que el vestido que tanto te gustaba y sentada a los pies del cielo sentía que me salían alas ,alas con los que podría volar hacia tí, y ver tu sonrisa, sentir tus manos en tu mirada, alas con las que podía llegar a tus brazos, hacia tu vida neutral; y volví a sentir ese cálido susurro de aquel te quiero que nunca nos podemos decir por las sombras de nuestras vidas predestinadas al sombrío y nuboso otoño... Hoy me preguntoy me respondo a la vez.
¿ cuándo volveré a sentir tu latir?¿ Cuándo podré ver tu sonrisa y tus ojos mirando mi alma?.
Tú no puedes contestarme porque sólo vives en mi mente, y en mis recuerdos de verano, y en mi corazón y cuando te haces presente es cuando siento que me salen alas, alas para llegar a ti...