하나

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Caminaba por los pasillos del instituto, estaba completamente vacío, solo yo y mi montón libros. Me dirigía a los casilleros, a buscar el mío y dejar todo lo que traía conmigo.

—¡Hola enano!

Di un brinco por el susto y algunos libros se resbalaron de mis manos.

—Mierda... — susurré para mí. —¿Qué no te había dicho que dejaras de asustarme así idiota?

—Sí, pero sabes que jamás te hago caso, ¿verdad, idiota? — tenía una sonrisa burlona en el rostro, en verdad me cabreaba este mocoso.

—Ya, Michael, cierra la boca y ayúdame a recoger los libros que se me cayeron por culpa de alguien. — La última palabra la dije con diferente tono de voz, para que notara mi molestia.

—Oh, ¿quién podría ser tan desalmado como para hacerte eso? Pobre princesita. — Dijo con claro sarcasmo en sus palabras mientras tomaba los libros del suelo y los colocaba sobre la pila que tenía sobre mis manos. Juro que si no se callaba él, lo callaría yo mismo, pero a patadas.

—Cállate.

—¿Te molestaste, prin-ce-si-ta? — No aguantaré más.

En ese momento solté todo lo que traía, claro que esta vez fue adrede. Él solo me vió con una cara asustada.

—Te cagaste Michael… — Me abalancé sobre él, intentando sostenerle las manos. “Este chico se mueve demasiado”, pensé, mientras lo tomaba de las muñecas y ponía sus brazos detrás de su espalda.

En todo el pasillo solo se podían escuchar los gritos de “ayuda” que soltaba el idiota de mi amigo.

—¡Y-ya! ¡Atzel, para!

—¿Por qué debería? — Quería jugar un poco con el castaño. El enojo ya se me había pasado, así que, ¿Por qué no?

—P-porque… Tengo que ir al b-baño

—¡Qué asco! ¡No te atrevas a orinarte aquí o te haré limpiarlo con tu lengua!

—Entonces suéltame. — Lo solté sin más, no quería caminar por la calle junto a un sujeto con los pantalones mojados.

Cuando me puse de pie, Michael salió corriendo hacia los baños. Tuve que seguirlo para asegurarme que no se perdiera al intentar regresar. Una vez fuimos a un parque, había una heladería cerca, él dijo que iría a comprar un helado, yo solo asentí y lo esperé sentado en una banca; pasó una hora y no regresaba, decidí ir a buscarlo, cuando pasaba por unos callejones lo encontré, pero no de una muy linda manera, ¡el imbécil de Michael estaba apunto de ser violado! Desde entonces, no dejo que se vaya a algún lugar solo, mucho menos cuando el lugar está vacío.

Caminaba tranquilo, dirigiéndome a los baños del instituto, me había colocado los auriculares para escuchar un poco de música. Escogí Just One Day, mi canción favorita y del mejor grupo del mundo, o al menos lo era para mí y Michael. Estaba llegando a mi destino cuando me pareció ver a un chico detrás de un basurero, algo que me pareció extremadamente extraño, digo, ¿Por qué razón alguien intentaría esconderse, en el peor lugar del mundo por cierto, cuando no se encuentra nadie alrededor? Bueno, excepto yo. Pero no hay razón por la cual desee esconderse de mí, ¿cierto?

Decidí no darle más vuelta al asunto y seguir mi camino. Entré a las baños y pude ver a Michael mirándose el rostro fijamente en el espejo.

¿No crees que soy horrible?

Time Is Up (Homosexual) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora