Sonó el timbre de la escuela, me levante de mi asiento y comencé a caminar por los pasillos con rumbo a la biblioteca. Tenía la mirada baja y solo me enfocaba en mirar el suelo. Los libros que sostenía en la mano cayeron al suelo y una leve punzada me daba en el hombro, sin decir nada me apresure a recogerlos pero al mismo tiempo una mano rozaba la mía tratando de ayudar, levante la mirada y me percate de los hermosos ojos de un chico, ese chico que era el responsable de mis dulces sueños y que nunca me atreví a declararle mi amor, -Permíteme ayudarte con eso- me dijo con su tierna voz, solo me sonroje por la forma en que me hablo y deje que recogiera los libros. –Mi nombre es Austin -. Me dijo tendiendo su mano,- Alicia – fue lo único que salió de mi boca sin dejar de estar atrapada en su mirada, lentamente acerque mi mano y la estreche contra la suya. Insistió en acompañarme hacia la biblioteca y aprovechar el rato del descanso en platicar conmigo a lo cual accedí. Llegamos a la biblioteca y optamos por sentarnos en un lugar alejado de los demás y un poco escondido entre los estantes llenos de libros. Me mira directamente a los ojos por un momento -Eres un poco tímida ¿cierto?- me dice sin dejar de mirarme, solo asentí y baje la mirada lentamente, rápidamente el tomo mi mentón y retiro un mechón de cabello que navegaba por mi rostro, se acerco y susurro, -Estas hermosa-. Al escuchar esas palabras me estremecí y mis mejillas se tornaron de un color rosado. Lentamente Austin comenzó acercarse cada vez más, tomo mi rostro en sus suaves manos y estaba a pocos centímetros de mis labios, después rozo levemente mis labios cuando vi una luz, la luz del sol por las mañanas que golpea los parpados de mis ojos, abrí poco a poco los ojos, 7:50 decía en el reloj, se me hizo tarde para llegar al colegio. Volví a cerrar los ojos tratando de recuperar el hermoso sueño.
