Teen Wolves [En Edición]

Together

Advertencia: ligero bloodplay.

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Estudiar leyes era agotador. Y los únicos momentos de descanso que se permitía Jasper eran los fines de semana cuando Stefan llegaba a recogerlo a su campus para pasar el día juntos.

La cercanía entre ambos crecía con cada día, ya sea mientras hablaban por skype o cuando salían a las que Jasper insistía en pensar que no eran citas, cuando claramente lo eran porque se daban un beso al finalizarlas.

El día que Stefan le dio un beso francés increíblemente erótico a Jasper, fue cuando se dieron cuenta de que estaban juntos.

El lobo estaba estresado con tanta tarea, que Stefan se acercó a él y le dio un masaje para distraerlo. Masaje, que terminó en un beso francés cuando el vampiro tiró las cosas del escritorio y subió al chico en él, acomodándose entre sus piernas mientras metía las manos dentro de su playera para tocar su piel cálida y suave.

Las cosas llegaron muy lejos. Tan lejos, que casi ni notaron que estaban ya quitándose la ropa y que estaban en la cama de Jasper.

Stefan se tomó el tiempo de admirar al chico, con diecinueve años recién cumplidos y soltando gemidos que eran música para sus oídos.

Jasper le dio su virginidad a Stefan ese día.

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Despertó cuando sintió besos en su abdomen. Sonrió con la certeza de que Jasper se sentía lo suficientemente bien como para andar besándole el abdomen en busca de un segundo round.

Jadeó cuando la lengua del chico tocó la base de su miembro semierecto. El lobo le dio suaves, largas y lentas lamidas, provocando que salieran gemidos roncos y graves de la garganta del vampiro. Jasper metió la punta en su boca, succionando mientras lamía. Stefan no pudo aguantarlo más y lo atrajó hacia su boca para darle un beso sucio.

Bajó sus besos hasta su barbilla, luego a su garganta, saboreando la sal en su piel e inhalando su esencia. Se detuvo ahí en donde la vena zumbaba una y otra vez indicando que la sangre circulaba espléndidamente. Sus colmillos salieron sin su permiso, tocando con suavidad la vena palpitante, recordándole a Stefan que no había tocado una sola gota de sangre en días. Jadeó con fuerza, intentando controlarse, recorriendo con sus colmillos la suave piel. Sintió a Jasper estremecerse entre sus brazos.

Lamió con gula la zona, tentándose él mismo con algo que no podía tener. Era adictiva la sensación. Sabiendo que Jasper aún seguía abierto de la vez anterior, se hundió sin miramientos en él, sin despegar jamás sus colmillos de su cuello. El chicó jadeó.

-Muévete, Jasper -le dijo sin aliento. El chico comenzó a moverse sobre él con torpeza, porque era apenas la segunda vez que tenía sexo y era la primera en esta posición. Pronto descubrió las ventajas de ser quien controlara los movimientos.

El muchacho puso las manos en los hombros del mayor, apoyándose en ellos para subir y bajar en el miembro del otro. Echó hacia atrás la cabeza con un gemido cuando sintió la cabeza del miembro de Stefan tocar su próstata, exponiendo su cuello al vampiro.

Stefan observó la garganta que se ofrecía ante él, mirando con ojos hambrientos la piel, llamándole a que encajara sus colmillos y bebiera de él. Jasper era todo un espectáculo sobre él, moviéndose arriba y abajo con lentitud.

Acercó su boca una vez más a su cuello, apretando la cintura de Jasper, dejando marcas que seguramente se curarían en seguida.

-Muérdeme -le susurró con la voz más sensual que Stefan le había escuchado jamás. Le miraba a través de sus pestañas mientras se mordía el labio inferior intentando suprimir los gemidos. Jasper le mostró la garganta una vez más-. Stefan... muérdeme.