Bajo las noches de Asgard - Thorki

El futuro rey...

- ¡Vamos, Loki, apurate!- Gritó el joven principe con su ya cararteristica euforia infantil al hablar cuando se emocionaba, el pelinegro detras de él solo atinó a soltar un bufido cansado, casi sentía que tanta energía en el rubio le robaba parte de la suya.

Usaban sus manos para apartar las alargadas plantas que se cruzaban en el camino que seguían paso a paso por aquel sendero boscoso que con el tiempo había que dado grabado en sus memorias. El sol se había ocultad hace ya un par de horas dejando que la gama de colores anaranjados le cedieran el lugar en el cielo a las estrellas en medio de la oscuridad nocturna. Era la misma rutina todas las semanas desde hace ya varios meses, siempre, luego de culminar sus deberes del reino, luego de la ultima clase de magia para Loki y la ultima practica de combate para Thor ambos se refrescaban un poco y luego salían de los aposentos reales al momento que soltaban un "¡ya venimos!" sin esperar respuesta alguna Thor sujetaba con fuerza la palida mano de Loki y salian con prisa a donde se refugiaban en su pequeño lugar "especial"

Finalmente luego de unos pocos minutos de caminar por el estrecho camino llegaron a su destino, sus ojos brillaban con asombro no importaba cuantas veces llegaran a aquel sitio, un pequeño llano de césped que parecía haber sido pulcramente cortado que era iluminado por la imponente luna la cual siempre que llegaban parecía aumentar su luz con emoción para darle un hermosa bienvenida a quien se animara a cruzar todo el hastioso camino de plantas silvestres; ese era su lugar especial, su zona con confort.

Caminaron hasta que encontraron un lugar donde se sintieron cómodos y se sentaron soltando un relajado suspiro y ambas miradas observaban los destellantes puntos en el azulado manto en el cielo con una sonrisa en sus labios; intercambiaban charlas simples preguntandose sobre el como estuvo su día y cuestionando pequeños detalles de vez en cuando y después seguían con aquel relajane silencio sin despegar sus ojos del hermoso paisaje. Siempre era el mismo ritual, siempre cruzaban juntos en bosque ayudandose mutuamente, a veces llevaban alimento a aquel lugar y aprovechaban para cenar juntos frente al hermoso panorama, otras ocaciones Thor vociferaba sobre lo asombroso que había sido su entrenamiento mostrandole el "progeso" de su musculatura a lo que el ojiverde rodaba los ojos soltando un comentario sarcastico; otras veces, como lo estaban haciendo ahora, Loki demostraba los nuevos hechizos que aprendia ante la mirada sonprendida de su hermano lo que le ocasionaba una risilla burlo ante la mirada "boba" de Thor.

- ¡Asombroso, Loki!- Soltó el rubio viendo con admiración como el joven hechicero proyectaba de sus manos la imagen de una serpiente la cual brillaba en una aura verdosa; Loki sonreía triunfal mientras observaba las reacciones del rubio ante su nuevo aprendizaje.

-Aún necesito perfeccionarlo- Respondió el pelinegro a los bien recibidos halagos mientras hacía desaparecer la imagen cerrando sus manos.

-¿Estas bromeando? ¡Eres genial!- Una sonrisa se dibujó en los delgados labios de Loki al oír aquello mientras observaba como Thor se recostaba sobre su regazo colocando su cabeza sobre sus piernas tomando sus manos y las acercaba a sus rostro buscando inutilmente descifrar una explicación al talento de su hermano menor.

-Sabes...- La azulada mirada de Thor cambió de dirección ahora fijandose en su rostro directamente hasta las esmeraldas que brillaban en aquella mirada. -... Yo pienso que tú deberías ser Rey- La sonrisa de Loki se borró.

-No seas idiota, Thor, es obvio que tú serás el Rey- Apartó sus manos del agarre del rubio mientras desviaba su mirada con frustración. Desde tiempo atras que el pelinegro ya tenía claro quien sería el heredero de su padre, aquel que, al parecer de Odin, era su gran guerrero preilecto para encarar el trono de un pueblo guerrero y ese definitivamente no sería un hechicero como él. -Estoy seguro que padre ya escogió- Susurró con molestia aprentando sus dientes y una mueca de disgusto se dibujaba en su cara.