Su sonrisa - Aristemo

TEMO

No se porque no le digo a mi papa Pancho que me gustan los chicos, se que el me quiere mucho y siempre me apoya en todo, pero cuando intento decírselo simplemente no me salen las palabras. Bueno en realidad creo que es por el hecho de que ni yo mismo me acepto como soy y eso es porque a pesar de que ya no lloro todas las noches, ya no suplico a dios para ser "normal" todavía no puedo mirarme al espejo y decirme "Temo eres gay". Yo se que es algo normal y que un montón de personas están en mi misma situación, pero la realidad de las cosas es que tengo miedo. Soy muy cobarde no soportaría las criticas y burlas de los demás. Mi amigo Diego dice que no piense tanto en lo que puedan pensar los demás y piense en mi, que debo dejar de vivir en una mentira y por más que yo se que tiene razón, los miedos que me invaden son las fuertes que yo.

Golpean la puerta. Voy y la abro. Me encuentro con Aristóteles, un chavo de mi edad, que es mi vecino, es super buena onda, ademas canta super bien y si también esta guapo, tengo que admitirlo.

- Hola Temo - me saluda mientras sonríe. Tiene en la mano un balón de baloncesto.

- Hola Ari ¿qué onda? ¿qué paso?

- Solo venia a preguntarte si querías ir a la plaza un rato a practicar.

- Claro me encantaría, le pido permiso a mi papa y nos vemos abajo ¿de acuerdo?

- Genial, nos vemos abajo entonces - sonríe de nuevo y yo no puedo evitar sonreír también.

Ari se da vuelta para irse.

- ¡Ari espera! - se detiene, se da vuelta y me mira intrigado.

- ¿Qué paso?

-Gracias por ser mi amigo - le digo, el me mira, lanza una risita y sonríe otra vez.

-No tienes que agradecerse, tu eres super buena onda y me caes muy bien, ademas tu familia es muy chistosa. Tu siempre estas apoyándome en todo y siempre te lo voy a agradecer así que yo soy el que debería darte las gracias a ti. Temo...

Yo lo miro, el me mira, nos miramos.

-Gracias por ser mi amigo.