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Inseguridad
-Noona...- me miró preocupado Jimin- ¿No te gusta?- el había preparado una cena en el balcón de su casa por nuestro primer mes de novios.
Nos conocimos en una cafetería, fue por casualidad. Yo solo iba por un café antes de ir al mi trabajo, sin embargo antes de salir de la cafetería, la puerta de esta me golpeo tirando no solo mi café recién hecho, si no también mi laptop que mantenía en la mano. Al principio si llegue a enojarme, pero cuando mire el responsable mi enojo se disipo e hizo que me pusiera nerviosa por semejante hombre que se encontraba en frente de mi. Aunque venia tapado de pies a cabezas, pero su rostro era la única parte de su cuerpo que no se encontraba tapada. Se disculpo y me dijo que me compraría un café nuevo y ayudaría a arreglar mi laptop, pero no lo deje. Iba tarde a mi trabajo y mi laptop solo había sufrido una pequeña abolladura en una de las esquinas, nada grave. Me tuve que ir pues mi jefe no perdonaba nada, lo único que pude decirle fue que no se preocupará, le sonreí y el me sonrió de vuelta.
Pensé que iba a hacer la ultima vez que lo fuera a ver. Un milagro no aparece dos veces en una semana. Me llame tonta y estúpida por no dejar por lo menos mi número de teléfono para que pudiéramos encontrarnos de nuevo. No obstante, no hizo falta ya que me lo encontré dos días después en el mismo lugar, sin ningún inconveniente presente. Me pago un café ese día y al día siguiente. También las siguientes dos semanas hasta que me invitará a cenar. Yo acepte.
Eso desencadeno que saliéramos cada fin de semana, mantuviéramos contacto por mensaje todos los días y que conociéramos más.
Lo formalizamos en nuestra cita número 15. Estábamos en la terraza del complejo de departamentos en donde yo vivía. Empezamos a hablar sobre nosotros y llegamos en conclusión que ya no éramos solo amigos, si no algo más. Desde ese día, hace un mes, nos etiquetamos como novio y novia.
Fue un mes excelente, entre más tiempo pasaba con el, más me enamoraba. Éramos muy felices. Sin embargo, la semana pasado hubo una fiesta en mi lugar de trabajo, por las fiestas. Vine acompañada con Jimin.
Todo iba bien al principio, pero fue cuando Haneul, con quien no llegaba a llevarme bien, dijo un comentario un tanto hiriente.
-El parece menor que tu-Jimin había ido por unas bebidas para los dos, mientras que yo me quedaba con mi grupo de compañeros de trabajo.
La primera semana que empezamos a tener citas, me había enterado que el era menor de mi por dos años, sin embargo Jimin y yo no pensamos que fuera un impedimento. Haneul no se calló en ese momento, siguió con los comentarios innecesarios hacia mi relación con Jimin. Como que, el era demasiado guapo para una persona normal como yo. Como yo parecía una vieja a un lado de él.
Lo que debí haber hecho, era irme de ahí y no escucharla, pero me quede a recibir los comentarios de mi relación. ¿Porqué lo hice? No lo sé.
