XIV

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- ¿Te ha quedado claro, chico?

- Sí, señor Cosme.

- Perfecto, entonces. Estáis listos para el viaje.

No era una pregunta. Mi padre no hacía preguntas, simplemente afirmaba.

Raoul, quién estaba visiblemente nervioso por la responsabilidad que de repente le habían impuesto, se limitó a asentir con la cabeza tras hacer el saludo militar ante mi padre.

- ¡Por Arancia! – gritó.

- ¡Por Arancia! – le imitamos.

Antes de partir, mi padre nos informó de las zonas donde los chicos encontraron mayor presencia de colores claros. Hacia el norte.

Vi como Raoul sostenía una brújula con la mano derecha. Estábamos recorriendo la vía central de Arancia, la que nos llevaría a la salida. Casi nunca abandonábamos el lugar, a no ser que fuera por una causa de extrema necesidad, como un rescate o una expedición en busca de suministros imprescindibles para garantizar un mínimo de calidad de vida.

Los niños recorrían todos los rincones. Me pareció ver a Eva ahí, caminando agarrada de la mano de Jill.

Me dije a mi misma que echaría de menos su ajetreo habitual. Las risas de felicidad, los gritos y las peleas, o simplemente a Juan Antonio cuando traía una nueva noticia. Sin duda, Arancia era

lo que más asociaba con una casa, a pesar del sueño que rondaba cada vez más mi mente.

Lo encontraba ilógico.

Cosme y Belén eran mis padres, Aitana es mi hermana mayor y Arya es mi sobrina. Ya está. El resto es simplemente irrelevante en mi día a día. Sin embargo, en el sueño me notaba en brazos de otra persona, y mi subconsciente gritaba cada vez con más fuerza que esa persona era mi padre.

Eric, le había llamado Cosme.

Los gritos interrumpían mis pensamientos. Tampoco me sentía con facultades de pensar en ese sueño. Era como si no fuera consciente de lo que me estaba pasando. O simplemente, ahora me resultaba difícil recordar todo.

En verdad, nunca me había parado a pensar en eso. Ni en mi pasado. Mi cabeza había dado forma a una realidad que ahora veía alterada.

Sí, mis principios son como los de cualquier otro naranja, pero al mismo tiempo, no. Es como si tuviera también sangre verde. Lo sentía. Muy adentro. Porque cuando hay algún tipo de revuelta aquí, soy la primera en presenciarla. Porque cuando se pelean dos naranjas, estoy en primera fila viéndolo. Porque no me identifico con ellos, por mucho que quiera creer lo contrario. Simplemente, me siento más verde que naranja.

Nada más.

Pero eso fue así siempre. Aitana y mis padres lo tienen asimilado. Todos los habitantes de Arancia en general lo tienen más que asimilado.

Ha sido ahora cuando quise darme cuenta de verdad.

- ¿En qué piensas? – vi a Raoul a mi lado. Me puse nerviosa. La verdad es que su presencia siempre me causó sentimientos encontrados. Al sentir como mis mejillas ardían, simplemente sacudí la cabeza, intentando apartar el pensamiento que durante unos segundos se había alojado en mi cerebro.

- En nada en concreto. Estoy preocupada, eso es todo.

- Llevamos armas y los lazos escondidos. Seguiremos las indicaciones que nos dieron Aitana y Amaia. No hay nada por lo que preocuparse.

- ¿Estás seguro?

- Súper seguro.

Sonreí.

Efecto Mariposa - OT 2017 - @beyourlaugh & @MunayGirl23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora