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POV MINA.

Mi espalda duele, malditas camas incomodas, no pueden hacer nada bien aquí, estaría mejor en el manicomio del que me sacaron.

A mis cortos 17 años estoy aquí, encerrada, sin vida; lo digo así por que esto para nada es vivir, no puedes dormir bien por los gritos en la madrugada, el agua simpre es fría, la comida es asquerosa, lo unico bueno es una chica. Viene seguido, creo qué está estudiando para ser de esas personas que nos ayudan a nosotros los locos a reabilitarnos, nunca he tenido el valor de hablar con ella, no salen palabras de mi boca, a pesar de que continuamente me estoy quejando por todo y no paro de hablar.

-Mina, ya es hora de tu medicina y esta vez asegurate de tragarlas y no esconderlas en tus almohadas.- Mi doctora, o como yo le llamo "Mamá" siempre se preocupa por mi, antes de que ella llegase esto era un total infierno; aún lo es pero un infierno más tranquilo. Mis padres me abandonaron en un psiquiátrico en Japón, en cuando comencé a "hacer cosas raras" y portarme extraña decidieron quitarse la responsabilidad de criarme ¿todos lo humanos son así? Si no pueden con algo, ¿sólo lo dejan?. Pasé por mucho los primeros años, despúes pensé que sólo vine al mundo para eso, para sufrir. Odie el momento que me salvaron ya que mi intento de suicidio no resultó cómo esperaba. 

-Lo haré.- introduje las 3 capsulas en mi boca tomé agua y las tragué con dificultad, tomó mi barbilla para que le mostrara, saqué mi lengua exageradamente.

-Buena niña.- palmeó mis mejillas y arrugué las cejas. -Van a venir visitas, no hagas nada Mina, no quiero volver a castigarte.

-Ésta vez me sentaré en mi sillon, sólo a ver e imaginar las vidas miserables de todos ellos.- sonreí. Tomó las demás pastillas y botellas con agua saliendo de mi habitación.

-¡Minaaa!.- Ah y mi mejor amiga, Sana, la había olvidado, Sana llego aquí un año antes que yo tenemos casi la misma edad, esta aquí por transtornos de ansiedad o bipolaridad, no se muy bien, una vez se enojó tanto que casi mata a un enfermero con un tenedor, ¡un tenedor! fue muy divertido, aun que la pobre se quedó 2 días encerrada.

-¿Que quieres ardilla?.- infló las mejillas golpeando mi hombro.

-¡Callate! Eres una tonta, mejor me voy.- dió dos golpes con los pies en el suelo.

-¿Que? Pues vete.

-¿No me detendras? ¿No quieres saber que los estudíantes llegaron?.- No se cómo, pero en cuestión de segundos ya estaba en la sala, viendo ese tan perfecto rostro que me daba tranquilidad. Era feliz solo con verla de lejos, mi corazón palpitaba a un ritmo increible, tenía temor de qué se saliera por mi boca o algo peor, sentía algo extraño y doloroso en mi estomago. Su voz, me hacía sentir cómo la primera vez qué oí esas pequeñas aves amarillas cantar. Olvidaba por unos segundos que yo estaba enferma, me sentía una persona real, este era el momento en el que por unos segundos mi vida tomaba sentido.

POV NAYEON.

Era invierno, y cómo siempre corea se cubría de una manta blanca helada, amaba la nieve, sentir los copos fríos en mi piel, de no ser por qué enfermo facilmente saldría sin abrigo.

Voy de camino a mi facultad, estoy estudiando psiquiatría, mis padres no estaban muy de acuerdo, pero terminaron por apoyarme, comencé la carrera a los 19, ahora que tengo 22 cada vez me enamoro más de lo que hago.
Hoy iremos a el hospital psiquiatrico Dangye, vamos una vez al mes, conocemos a los pacientes y a veces nos dejan hablar con algunos. Siempre me ha dado curiosidad lo qué piensan, como trabaja su mente.

-Nayeon, ya nos vamos, muevete.- Habló mi mejor amiga.

-Ya voy, Jihyo, espera.- Corrí detrás de ella subiendo las escaleras del autobús.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2018 ⏰

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Chapter 1. (MinaYeon) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora